«Los anuncios hechos en materia cambiaria por el vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, marcan el derrumbe del régimen que nos gobierna. Tienen los días contados porque no sólo se trata de una devaluación sino de las consecuencias en lo económico y social que repercutirán de forma directa en la población», así lo manifestó el secretario general de Democracia Renovadora, José García Urquiola.
Añadió que mientras los precios de los alimentos se han incrementado en un 200 por ciento, los salarios han perdido su valor en 600 por ciento. «Conseguir que comer en los supermercados, mercados y bodegas es prácticamente cero. El poder adquisitivo de los trabajadores ha desaparecido con los anuncios de Rafael Ramírez», aseveró a través de un boletín de prensa.
Refirió, además, que la gran mayoría de importadores de alimentos no tiene forma de obtener divisas. «Y, para colmo, el régimen anuncia que hará un mayor control a este sector, lo que se traduce en la imposibilidad de que la empresa privada traiga la comida al país», alertó.
A juicio de García tal situación se suma al fracaso de las políticas del gobierno nacional. «Han demostrado incapacidad en todos los aspectos que tienen que ver con la calidad de vida del pueblo, tal como ocurre con la enorme inseguridad que tenemos, gracias a las bandas que ellos crearon y armaron en todo el país, dedicados a secuestrar y matar a venezolanos de bien. Del mismo modo, acabaron con la empresa privada, porque de 12.800 empresas que existían en 1998, apenas quedan unas 3.200 empresas, de las cuales, alrededor de 600, son las que han tenido oportunidad de seguir trabajando dentro del control de cambio», apuntó.
Para finalizar, rechazó que algunos dirigentes de oposición hayan pedido de forma pública a la población salir a las calles sin que existan objetivos claros en la forma de lucha y la protesta.
«Creemos firmemente que el pueblo tiene que salir a defender la democracia, la libertad y la paz, pero no de la forma como pretenden algunos voceros de la oposición, que de forma irresponsable, quieren que el pueblo salga a la calle sin ninguna orientación ni organización, como carne de cañón para que los asesinos del régimen los masacren en las calles», concluyó.