El padre y agente del astro brasileño Neymar negó este martes irregularidades en la negociación del atacante al Barcelona, como es investigado por la justicia española y que le costó el cargo al presidente del club.
«Pedí al Barcelona que liberara la confidencialidad (del contrato) para que todo sea transparente y limpio. No debo nada», dijo Neymar da Silva Santos, padre del jugador y también su agente, en un pronunciamiento a medios de prensa en Santos (sudeste de Brasil).
Da Silva Santos admitió que el Barça pagó 10 millones de euros en 2011 para garantizarse el jugador en 2014, cuando vencía el contrato de Neymar con el Santos, y que los restantes 30 millones fueron pagados a la empresa N&N de la familia cuando fue concretado el negocio.
«Neymar sólo saldría del Santos al Barcelona (…). Mi trabajo era blindar y potenciar la ganancia», dijo el agente al justificar los 10 millones recibidos en 2011, citado por medios locales.
El contrato de Neymar es analizado por la justicia española, que admitió a trámite una querella luego que un socio del Barça denunciara irregularidades en la contratación del atacante. El presidente del Barça, Sandro Rosell, renunció el jueves tras la aceptación de la querella.
El padre del atacante estrella de la selección brasileña explicó que optó por adelantar la negociación del jugador antes de la Copa Confederaciones de junio de 2013, para evitar que el delantero fuera señalado de «villano» si Brasil era eliminado del torneo.
«Estoy seguro de que me hubiera podido llevar más de 120 millones solo. Es absurdo que alguien salga hablando sin conocimiento de causa. No hubo ningún adelanto de 40 millones de euros», explicó, indicando que hubo ofertas mucho más cuantiosas de otros clubes.
Rompiendo un tabú en el fútbol español, el equipo catalán desglosó la semana pasada las cifras que llevó el fichaje de Neymar, y que inicialmente había dicho que se limitaban a 57,1 millones de euros (USD 78 millones).
A los 17,1 millones pagados al Santos y los 40 que pagó a la sociedad N&N de su familia, el Barça pagó por otros conceptos hasta un total de 86,2 millones de euros, sin tener en cuenta el salario base garantizado al jugador (8,8 millones anuales, 44 millones en cinco años de contrato).