¡Hay que nacionalizar a Venezuela!

¿Qué ha pasado con los venezolanos? ¿En qué nos hemos convertido?
Son frecuentes las denuncias de cubanos en posiciones estratégicas de seguridad de la nación, sea como sea, los también frecuentes viajes a Cuba de Maduro y sus ministros parece confirmarlo, así como las habituales declaraciones del embajador de esa isla haciendo clara intromisión en los asuntos internos de Venezuela.
Por otro lado es indignante observar cómo la Misión Vivienda es adelantada con constructoras y materiales chinos, rusos, iraníes y de Bielorusia, rezagando a los venezolanos a ser solo obreros en estas obras, dándole un duro golpe al autoestima nacional, desechando nuestro extraordinario talento y capacidad en ese tipo de actividades.
Otro hecho abominable son las importaciones, hoy día cerca del 80% de lo que consumimos es importado, el gobierno prefiere apoyar sectores productivos de otras naciones antes que el venezolano, generando cualquier cantidad de beneficios económicos y sociales en Argentina, Brasil, Honduras, Bolivia, entre muchos otros, mientras que en Venezuela cada vez es más cuesta arriba conseguir un empleo formal, un producto nacional.
Nuestros hospitales e infraestructura educativa (de todos los niveles) se encuentran en calamitosa situación, prácticamente no hay diferencia entre una cárcel venezolana y una institución educativa, edificios sucios, con paredes exhibiendo sus entrañas, a punto de derrumbarse, con población hacinada, pues eso es producto de invertir dinero público trayendo productos de otras naciones que perfectamente pudieran ser “Hechos en Venezuela” con empresas y mano de obra nacional, esos recursos pudieran ser invertido en salud, educación y les aseguro nuestra nación fuera otra.
Así mismo, sí se apoyase la producción nacional habría empleos, multiplicidad de productos en todos los rubros, no habría la infernal inflación que nos arrebata calidad de vida. Otro aspecto son las inmensas cantidades de recursos regalados a diversos países para que inviertan en escuelas, hospitales, autopista, etc., eso ocurre mientras que en Venezuela nada de eso sirve.
En líneas generales, nunca antes Venezuela había sido tan alejada de sí misma, desestimada en su población, en su autoestima, tan dependiente de otras naciones. Hace falta querernos, priorizarnos; basta de importar hay que producir aquí, basta de ayudar a otras naciones cuando aquí nada hay, nada sirve, basta de buscar asesorías extranjeras cuando aquí lo que sobra es talento. ¡Venezuela para los venezolanos carajo!