Un hombre de uniforme como Marcos Evangelista Pérez Jiménez, llenó la historia de mediados del siglo XX. Salido de la Escuela Militar y con Postgrado en Chorrillos, Perú; dedicará toda su pasión a materializar el viejo sueño de caudillos a caballo y ahora de tanquistas de blindados y pilotos de cazas supersónicos; para desplazar a los civiles del poder político. Conspirador nato organiza Logias militares como la Unión Patriótica Militar UPM, y durante tres intentonas de Golpes de fuerza, alcanzará el poder finalmente mediante un Plebiscito amañado en 1952.
Con Pérez Jiménez las ideas de la Guerra Fría se incorporan al ABC de las doctrinas para uso de cuartel y el alimento ideológico de los ejércitos en el llamado Tercer Mundo, cuyo punto principal del Decálogo impuesto por el Departamento de Estado de USA, es la guerra contra el comunismo y su expresión práctica la URSS. Directrices que adoptan Tiranos sanguinarios como: Somoza, Trujillo, Odría (maestro de Pérez Jiménez), Rojas Pinilla, Perón, y por supuesto este militar tachirense con su teoría del Nuevo Ideal Nacional, desiderátum que como breviario teologal alumbra el camino de la tiranía, allí está la mano de Laureano Vallenilla hijo o “Laureanito”.
El Sistema de Gobierno adoptado por Venezuela a partir de 1999 ha oscilado entre habitar esta obsolescencia o después de una pausa unirse a los Actos celebratorios de la caída del régimen; tratando de pasar desapercibido y desprenderse del tufillo militarista del chavismo, que juega al “daltonismo” ante la pérdida de terreno y la erosión acelerada de su capital político, y el giro autoritario que presenta el “madurismo” para afianzarse en el poder por cualquier vía, entre las cuales están: desterrar la Democracia clásica Liberal , resabios que todavía subsisten.
Sin negar los planes Sidero-carboniferos en Guayana y Zulia, la infraestructura física que se levantó en gran parte del territorio en forma de:
carreteras, autopistas, puertos, aeropuertos, silos, sistemas de riego y colonias agrícolas como la de Turèn. Es innegable negarle a la Dictadura el definitivo ingreso del país a la modernidad, en su parte física de la que adolecía. Para transformarse en la tercera economía de la región, la California de Suramérica así llamada por los áulicos del régimen.
Pero a que costo se construyó este faraonismo a lo Lázaro Cárdenas, a un precio muy elevado ya que se sacrificaron los Derechos Sociales y Políticos, adoptados por el llamado Mundo Libre al termino de la Segunda Guerra Mundial; el socialcristianismo y la Socialdemocracia como expresión ideológica de sociedades que habían abrazado los “Totalitarismos”, serán desde esa fecha el basamento ideológico para barrer estas tiranías que como un cáncer proliferan en el Continente y se tragan las sociedades en una desdibujada anomia y entropía.
Esta nueva fecha debe de convertirse en un recordatorio de los riesgos de caer en la indiferencia y la banalidad del mal, moneda de uso corriente en el mundo de las Telecomunicaciones. Volver a las fuentes primigenias del origen de nuestros Estados Ilustrados, para evitar ser presa fácil de los autoritarismos, el sectarismo religioso y la invasión silenciosa de grandes masas que solo buscan repoblar y hacer desaparecer nuestro perfil antropológico, para hacer más sencillo el saqueo de nuestras materias primas.
