Caminito que un día
Como ahora, hace 200 años, Barquisimeto no ayudó mucho a librar el país del dominio colonial español y, en consecuencia, en 1814, su no participación en la conservación de la II República fue importante.
Pero no sucederá nuevamente y Venezuela seguirá hacia el pleno goce de su soberanía y libertad. Para sustentar estas ideas conviene volver a los duros acontecimientos de aquel año en nuestra ciudad y territorios vecinos.
Después de la batalla de Araure en diciembre de 1813, el general Rafael Urdaneta, nombrado Jefe del Ejército de Occidente, se separó de Bolívar en la Aparición de la Corteza y siguió a Guanare donde a su vez designó al Tte. Cnel. García de Sena al mando de la provincia de Barinas.
Occidente comprendía toda la jurisdicción de San Carlos hasta el río Arauca y toda la de Barquisimeto hasta Cúcuta y la provincia de Coro que debía ocupar.
El 24 de diciembre de 1813 Urdaneta fijó Cuartel en Barquisimeto a donde llegó por Biscucuy, Humocaros, Tocuyo.
Se lee en sus Memorias que aunque el enemigo se había dispersado después de Araure “… los pueblos, pronunciados por la causa del Rey, hacían más o menos esfuerzos por sostenerla, y por todas partes se levantaban guerrillas animadas con la esperanza de que los realistas volvieran a triunfar”.
Además de combatir estas guerrillas, Urdaneta se dedicó en Barquisimeto a organizar “los hospitales, transportes, subsistencias, vestuarios y cajas del ejército, que todo debía salir del territorio en que se obraba” porque exhaustas las reservas del país, se imponía cubrir las necesidades con los recursos que obstinadamente negaban los barquisimetanos aun cuando se intentaba luchar por su libertad.
Urdaneta ocupó y organizó la llamada “línea de Carora” y se movilizó hacia Coro pero dejó en Barquisimeto una guarnición de 200 hombres más o menos suficiente para defenderla.
En la “línea de Carora” mandada por el Comandante Andrés Linares, se habían producido varios encuentros con el cacique ayamán Reyes Vargas, uno de los más tenaces defensores del régimen monárquico.
Dos compañías de Cazadores de las fuerzas de Urdaneta se enfrentaron en Baragua a 500 combatientes de Reyes Vargas, en su mayoría indios ayamanes, y los derrotaron.
Descansaban los patriotas después de este combate con la idea de seguir a Coro, cuando dos mensajeros enviados por García de Sena desde Barinas informaron a Urdaneta que operaciones españolas lo habían obligado a refugiarse en la ciudad contra la que se esperaba que el 11 de enero sería sitiada.
Regresó Urdaneta e hizo marchar en auxilio de Barinas los 200 hombres que protegían a Barquisimeto más alguna tropa del batallón Barlovento, dinero y varias cargas de sal, siguiéndolos después con apenas 14 Dragones y la indomable voluntad de romper el cerco sobre la ciudad llanera.
Cruzando el río La Portuguesa, un oficial salido de Barinas, informó a Urdaneta que el 19 de enero la plaza había caído en manos del enemigo luego que García de Sena la había abandonado.
Asediado por avanzadas realistas e inútil ya su marcha sobre Barinas, Urdaneta marchó, en medio de intensas escaramuzas, hacia Ospino donde José María Rodríguez, comandaba una guarnición de 400 hombres.
Para enfrentar al jefe español Yañez, Urdaneta desde Ospino llamó un campo volante que se encontraba en Araure y pidió todas las fuerzas que se obtuvieran, a Barquisimeto y él mismo, para mayor garantía de esta operación vino a su cuartel general donde, al mando del Comandante Manuel Gorgoza, operaba el batallón “Valencia” haciendo marchar hacia Ospino ya rodeado por fuerzas realistas que los enfrentaron pereciendo en este encuentro el jefe realista, noticia que recibió Urdaneta por lo que decidió entonces quedarse en Barquisimeto y aumentar, hasta donde fuera posible y las condiciones lo permitieran, las tropas de la línea de Carora con gente reclutada en este pueblo y en el de Arenales con los cual pensaba combatir los grupos insurrectos que en “guerrillas infinitas” combatían en todas direcciones a los patriotas pues no conservar a Barquisimeto sería perder todo occidente y en este propósito la línea de Carora jugaba un papel importante ya que “cualquiera expedición de Coro por pequeña que fuese, reuniría todas las guerrillas contrarias a los patriotas y llegarían a Barquisimeto, con su ejército, como tantas veces había sucedido”.
De estos sucesos heróicos y difíciles para la patria libre y soberana se están cumpliendo 200 años, un bicentenario que por lo que se ve, pasará por debajo de la mesa de nuestra conciencia ahistórica, por decirlo suavemente. (Seguirá)