• El síndrome del “No hay” ha hecho metástasis. Y la materia prima para esa radio y esa quimio, está en esencia en lo$ verde$, que hasta un simio presidente, siendo algo diligente, lo solucionaría,sin tener que llamar a María
• Lo supremo del comandante fue que teniendo a Venezuela boqueando, y al borde del abismo, apretó su socialismo sin más ni más , designando a Nicolás , por encima de otra gente, para dar su paso al frente
• Uno debe ser un eterno agradecido. Yo lo practico siempre haciéndole ver a mi suegra que me ha enseñado a ser un asiduo paciente de la paciencia
• La vida no tiene que ser siempre color de rosa. Puede ser de otro color y, aún así, continuar siendo color de rosa
• He llegado a la conclusión de que un beso robado es un mordisco con malas intenciones
• Por cierto, cuando uno llega a cierta edad- o como dice una querida amiga-a la edad cierta, uno le dice byebye, y ya ni extraña, esas malas mañas
• “Si algo vuela, flota, o sabe hacer el amor, sale más barato alquilarlo que comprarlo” Anónimo (o anónima) Que la palabra de ese pensador o pensadora anónimo(a) vaya adelante y no detrás
• La vida en este país no vale medio sobre todo si no hay fama de por medio
• Aquí no hay seguimiento para los privados de libertad. Ello sí salen privados de la risa al poder seguirnos, con o sin coche, noche y día, para hacer sus fechorías. ¡Ellos siempre ganan! mientras el ciclo continúa: delinquen-los atrapan- se escapan- o les facilitan, sin mucho sufrir, el camino a seguir
• Sabio es quien sabe declinar ante lo malo sin tener que decirle no a las cosas
• Es verdad que algunos de nosotros en la noche antes de irnos a la cama, y al levantarnos, espiamos, sin ser espías, las faltas de todo un día (y de la noche también). Y en ese vaivén, el tiempo es insuficiente, para decirle a tanta gente: “perdón, no fue mi intención”
• No hay mal que dure cien años ni bien tampoco. Nada es eterno. Y como “nada” es eterno busquemos a “nada”
• A mí me encanta viajar por Venezuela al estilo 80%, es decir, como el 80% de los venezolanos de a pie. Aunque suene ridículo, ahora lo hago más para ahorrar mi vehículo, y no me apena decirlo, no quiero estar expuesto a que me le falte un repuesto, y me cueste conseguirlo
• Como profesores de idiomas nos quedamos mudos al leer que “la Escuela de Idiomas de la UCV no aceptará nuevos estudiantes para 2014”. Es el recorte presupuestario que les ha dejado sin un denario y… ¡Sin palabras!
• Para el ex gobernador Salas Romer Venezuela está a punto de ser hospitalizada. De acuerdo, pero que sea en un hospital de los del imperio como tal, y no es que sea por pura guasa, es que en los nuestros ya escasea hasta la gasa
• En la Funeraria Metropolitana cerca de la iglesia Claret en Barquisimeto, sirven una sopa de verdura, que hasta al mismísimo Señor Cura, le serviría de alimento. Esto no es cuento. Es tan exquisita que pienso ,de verdad, regresar solo, o de visita, y no por necesidad
• Una ley que sería una bendición su modificación es la que prohíbe que a los delincuentes se les muestre tal y como son ¡Sin capucha!. Esa tiene que ser nuestra lucha. ¡Que la gente identifique al delincuente! A la calle sale con su rostro bien lavado como si nada hubiese pasado. Muchos de ellos al salir vuelven a delinquir y nosotros a sufrir
• Antes nos recomendaban que para hacer los sueños realidad uno debía madrugar. Ahora no, pues nos pueden asaltar. Entre gallos y medianoche, la delincuencia ha cambiado esa recomendación
• Si algún tráfico en nuestro país yo no lo quiero expedito es el tráfico de influencia
• Cualquiera puede pensar que todos los gatos al maullar dicen “miau”. Sí, Todos, excepto los gatitos cubanos. Ellos dicen “Miami, miami”
• Una concuñada se antojó de una cartera, de esas que amerita que uno asalte un banco para pagarla. Le gustó tanto que se atrevió a preguntar por el precio, el cual no estaba etiquetado para que el cliente no saliera espantado. “Cuatro palos grandes”, le contestó un agraciado joven. Mi querida concuña, muy ingeniosa ella, le respondió: “El problema es que si la compro a ese precio, no me queda para echarle nada dentro”. ¡Sabia mujer!

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