Se terminó el gas: terrible noticia para cualquier familia en nuestra ciudad. Salir en busca de una nueva bombona, implica sacrificios y necesidades, a las afueras de la planta Servigas, ubicada en la Zona Industrial III de Barquisimeto.
Desde las 7.00 de la mañana hasta las 12.00 meridiano despachan el gas doméstico a las afueras de dicha empresa. Colas kilométricas de amas de casa y demás ciudadanos, causa molestias en la población.
“No es justo que para comprar el gas tengamos que pasar por esta humillación: permanecer de pie largo tiempo bajo el inclemente sol”, sostuvo la ciudadana Zoraida Escalona, habitante de Villa Guadalupe, de la vía Quíbor.
No hay cola para la tercera edad ni mujeres embarazadas, lo cual hace más dramático el panorama, que mantiene disgustados a los barquisimetanos.
Sólo venden una bombona por familia
Para las personas que pasan hasta media mañana, a la espera del gas doméstico, les desagrada también que apenas vendan una bombona por familia.
Los provenientes de municipios foráneos explican que en sus localidades resulta aún más difícil conseguir el gas doméstico y, por esa razón, se ven en la necesidad de trasladarse hasta Barquisimeto, precisamente, con la intención de llevar dos bombonas como mínimo.
“Venimos de muy lejos para comprar el gas, además hay casas donde conviven hasta tres familias y una bombona no alcanza”, expuso José Godoy, habitante de San Miguel del municipio Jiménez.
Asimismo, los ciudadanos se quejan de los sobreprecios de las bombonas, en especial, la de 10 y 18 kilos, en aquellos pequeños distribuidores de algunas comunidades.
Otras personas, explican que ahora ni siquiera en las barriadas llegan las bombonas como antes: tardan entre 15 y 20 días para surtir.
De allí que la planta de Servigas se encuentre abarrotada de personas de las diferentes parroquias del municipio Iribarren y de los sitios foráneos.
Tampoco el servicio a domicilio está funcionando, al menos, no de manera eficiente de acuerdo a los testimonios de los ciudadanos.
“Desde hace un año, dejó de funcionar bien el servicio a domicilio; me cansé de llamar a la oficina y nunca llevaron el gas hasta mi casa”, dijo Idia López, habitante de Los Luises.
En los hogares humildes, no tienen otra alternativa que comer pan durante los días que falta el gas doméstico, indispensable para preparar los alimentos cocidos. Otros, comparten la cocina con algún familiar.