Una visita a Centroamérica transformó la visión del maestro Ramón Chirinos.
Una visita a Centroamérica bastó para que cambiara el rumbo de su obra. Allá nació Fragmentos de urbe y vida, la serie donde él proclama un mensaje de convivencia entre el hombre y la naturaleza.
Hace cuatro años apareció el deseo que pronto se hizo pintura. El maestro se aventuró en la creación para entregar este trabajo signado por el perfecto uso del color y la composición.
Ramón Chirinos no abandonó su estilo, lo acentuó. En su nueva apuesta, el maestro transita otros senderos con un mensaje que debe atesorarse. Él se ganó a la idea de salvar al planeta, el hogar de más de siete mil millones de habitantes.
Su planteamiento es universal como siempre. Y esa virtud es la que observaron en Honduras para que iluminara con sus lienzos el Museo para la Identidad Nacional, ubicado en la capital Tegucigalpa.
El Museo para la Identidad Nacional suele auspiciar muestras de carácter más tradicional, del acervo de sus pueblos. Pero hizo una excepción con Chirinos.
No es el primer contacto de su trabajo con el país. Desde hace tres años participa en la Subasta Internacional de Arte de Honduras.
Sin embargo, es la primera vez que presenta una individual por esos lares.
La exhibición estará abierta en ese país hasta el 16 de marzo.
El maestro acudió a nuestra casa editorial para hablar de su grata experiencia en el exterior. Dijo que fue una estadía cordial.
A su parecer, hay similitudes entre Venezuela y Honduras. Más allá del idioma hay coincidencias positivas, manifestó.
“Los países de Centroamérica son muy receptivos. Lo más importante de todo fue el intercambio cultural que se hizo en espacios bellísimos”.
La individual del maestro cuenta con 25 obras de mediano y gran formato y está repartida en dos salas.
A la inauguración, hecha el 16 de enero, asistieron artistas plásticos, aficionados de la pintura, el Embajador de España en la nación y el agregado diplomático de Venezuela en Honduras.
El compartir fue por varios días. Chirinos ofreció una orientación a los guías de sala, un conversatorio con artistas plásticos y una visita guiada para los asistentes.
Armonía y color
“Fragmentos de urbe y vida es un trabajo intenso que surge del paisajismo de la naturaleza y que hace referencia al hombre, quien la invade talando árboles, haciendo caminos y contaminándola a la vez”, expresó Ramón Chirinos.
En cada pieza se asoma su paso por la figuración y la abstracción no geométrica.
Eliminó la figura humana para cederle paso a la arquitectura que tiene armonía con el ambiente.
El minimalismo predomina en el lienzo de acrílicos y collage. Según el creador de esta manera renovó los códigos del arte. Su obra es el reflejo de la vida cotidiana.
“Está vinculado con la nueva pintura, adaptado a lo contemporáneo, sin abandonar el esquema del paisajismo venezolano”, añadió.
La naturaleza no puede quedar fuera de nuestras vidas, considera.
“La naturaleza siempre trata de defenderse de tal manera que el hombre comienza a relacionarse con ella para incorporarla a la arquitectura moderna”, añadió.
Fragmentos de urbe y vida conserva el verdadero sello personal de Chirinos. Se trata de la gama de colores.
Impresiones de la serie
La prensa de Honduras destacó que Chirinos es de los máximos exponentes del arte contemporáneo venezolano.
Elogió su “eterna búsqueda de nuevos horizontes y la necesidad creadora”.
“Los títulos de Fragmentos de urbe y vida aluden al paisaje, a la tierra, al viento, a la luz” señaló la crítico de arte Bélgica Rodríguez, quien elaboró el texto del catálogo.
Agregó que está presente el carácter lúdico, la abstracción expresionista, los fondos pictóricos animados por las sensaciones y la actitud festiva especialmente en la figura femenina.
De acuerdo con la especialista, la serie se mantiene las atmósferas lúdicas y poéticas que siempre han distinguido la obra de Chirinos, el hijo adoptivo de Lara.
“Manchas de fuertes colores, expresiones visuales que semejan flores y otras formas vegetales emergen desde lo más profundo de la tela, posesionándose de la superficie pictórica (…) Se revela como un fran colorista con un tema ligado a la exuberancia natural”, añadió la crítico de arte en el folleto repartido a los hondureños.
Próximamente
A finales de marzo, las obras del maestro seguirán en diferentes galerías de Honduras. Y luego serán llevada hasta El Salvador y Costa Rica.
Chirinos se siente complacido por la excelente acogida de su trabajo fuera de Venezuela. A su juicio los creadores necesitan salir de las fronteras, por eso da tanto valor a los discursos universales.
Un artista no le pertenece a una ciudad, le pertenece al mundo, considera el también profesor de matemáticas.