La ciudad como tema – Si nueva York pudo ¿podrán Barquisimeto y Cabudare? (2)

La semana pasada referimos como, a lo largo de más de cien años, las ciudades han sido modeladas y afectadas por el automóvil y de como Nueva York ha ido aplicando algunas estrategias para recuperar algunos tramos de calle congestionados por automóviles convirtiéndolos en espacios para dedicarlos  a la convivencialidad, al espacio cívico para sus ciudadanos. Hoy queremos referirnos lo que podemos hacer aquí y ahora.
Entendemos las enormes diferencias de escala y circunstanciasque hay entre Nueva York y el área metropolitana Barquisimeto-Cabudare en cuanto a su tamaño, recursos financieros, legales, profesionales, voluntad política,experiencias y tradición de planificación urbana y de participación ciudadana en la solución de los problemas urbanos. Pero a su escala y posibilidad, también Barquisimeto y Cabudare pueden comenzar a hacer cosas importantes para ganar espacio para el peatón, el ciclista, el transporte público y, sobre todo, para la tranquilidad y convivencia ciudadana.En todo caso, cualquier cosa que se haga, por pequeña que sea, siempre será una bienvenida victoria sobre los automóviles y una demostración práctica de que se puede hacer más: dar un pequeño paso a la vez para un largo camino.
En el caso de Barquisimeto, cuando solo faltaban pocas cosas para terminarla, Amalia entregó la Av. 20 para uso del Transbarca, lo que dio al traste con lo que pudo haber sido la primera zona peatonal de la ciudad. Pero la idea puede recuperarse, lo que se requiere es liberarla del Transbarca y de los motorizados que la han invadido, hacer una ordenanza específica para estimular y regular nuevas actividades turísticas, recreacionales y culturales. Esta es una tarea de animación cultural en la que es necesario incorporar a los comerciantes de la zona y que seguro cuenta con el apoyo de los organismos culturales del municipio. Y, por supuesto,se trata de hacerle seguimiento a ver cómo va ocurriendo el cambio que debe ocurrir: que la 20 se convierta en un lugar de encuentro y deje de ser la peligrosa tierra de nadie en la que se convierte después de las 6 de la tarde.
Insisto que a la 20 le falta poco: dotarla de árboles, bancos, sombrillas, kioscos de buen diseño, aumentar las luminarias,  reglamentar cuidadosamente a los buhoneros que se les permita instalarse ahí. Deben mejorarse las fachadas de muchos negocios, estimularse nuevas actividades, por ejemplo, la venta de libros nuevos y usados, el consumo de comidas en las aceras, la presencia de músicos callejeros, recitales de poesía, de cuentacuentos, etc. todo ello combinado con elementos decorativos como esculturas y paredes para grafitis artísticos, umbráculos, máquinas para hacer ejercicios, parques infantiles y un largo etcétera. Y, por supuesto, vigilancia. Todo esto debe disponerse de modo tal que permita la circulación de los vehículos de servicios, carga y de vigilancia.
No me extrañaría que lo difícil sea sacar al Transbarcadada la postura obstruccionista que el gobierno nacional suele mantener contra cualquier iniciativa de la oposición, pero hay que intentarlo.
En cuanto a Cabudare,el alcalde Barreras ha reiterado su intención de  desarrollar un boulevard. Aunque ignoro en que está pensando el alcalde, creo que se puede comenzar, a modo de prueba, peatonizando el tramo de calle entre la alcaldía y la Plaza La Cruz. Se trata de una intervención sobre un espacio reducido,de baja inversión y su impacto sobre la vialidad puede minimizarse y es, sobre todo, es una acción bien visible que, según sea aceptada por la ciudadanía, puede facilitar acciones de más envergadura.
Obviamente, en el cortísimo espacio del que dispongo aquí no puedo señalar todos los problemas que pueden surgir a la hora de diseñar un área peatonal, pero la experiencia que se está acumulando en internet habla de muchos éxitos en aquellos países que lo han intentado. Aquí mismo, pese a nuestra tradición de incivilidad ciudadana, en Caracas se ha recuperado el Paseo de Sabana Grande y el municipio Chacao está trabajando en la creación de una red de senderos peatonales y bulevares que permitan recorrerloa pie.
Si Nueva York pudo, nosotros también.

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