El nuevo presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, afirmó este viernes que no piensa «dimitir de ninguna forma» si se ve implicado, o incluso imputado, en la querella por presuntas irregularidades en el fichaje de Neymar que precipitó la partida de su antecesor.
Un juez español aceptó el miércoles a trámite la querella presentada por un socio del club, Jordi Cases, y ordenó investigaciones preliminares para aclarar las condiciones financieras de la llegada del atacante brasileño en 2013, lo que precipió el jueves la dimisión del presidente del Barça Sandro Rosell.
«Si el señor Cases amplía la querella y entramos nosotros no pensamos dimitir de niguna forma», aseguró Bartomeu en rueda de prensa, hablando por él y por el vicepresidente económico del club catalán Javier Faus.
Ambos directivos han «firmado parte de los contratos» del jugador, de 21 años, objeto de la querella, admitió.
«Si el señor juez dentro de unos meses, con todos estos documentos que nos ha pedido, llevara a que nos imputaran, esto es muy difícil que suceda, pero si sucediera tampoco dimitiremos», lanzó el nuevo presidente, afirmando que la nueva dirección tiene la «voluntad de seguir hasta el 2016», año en que finaliza su mandato, «con toda la solidez».
«Una querella no significa que seas culpable, no significa que has hecho algo mal, no significa que tengas que avergonzarte de nada», subrayó.
Bartomeu hizo también hincapié en que Rosell no está imputado de momento y que puede que nunca lo esté.
«Estamos contentísimos por haber fichado a Neymar y lo hemos hecho con toda la legalidad, revisado por abogados de prestigio, por fiscalistas de prestigio, no tenemos la más mínima duda que todo es correcto», afirmó el nuevo presidente ante la prensa en Barcelona, 24 horas después de su llegada al cargo.