El nuevo presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, se vio obligado este viernes en conferencia de prensa a detallar el contrato del brasileño Neymar, rompiendo un tabú en el fútbol español, pero obligado tras la dimisión de su antecesor.
Bartomeu reiteró que el Barcelona nunca mintió cuando aseguró que pagó 57,1 millones de euros por el astro brasileño y dijo que no piensa «dimitir de ninguna forma», incluso en el caso de ser imputado por la justicia en la querella por presuntas irregularidades en el fichaje de Neymar que precipitó la dimisión el jueves de Sandro Rosell.
La nueva dirección del FC Barcelona reveló los detalles del contrato con Neymar, incluido un salario de 56,7 millones brutos en cinco años.
Un juez español aceptó el miércoles a trámite la querella presentada por un socio del club, Jordi Cases, y ordenó investigaciones preliminares para aclarar las condiciones financieras de la llegada del atacante brasileño en 2013, lo que precipitó la decisión de Rosell de dejar el club.
El lunes, el diario español El Mundo, citando contratos a los que decía haber tenido acceso, afirmó que el Barça había desembolsado un total de 95 millones de euros por el jugador.
Liberados por el padre de Neymar de la clausula de confidencialidad de los contratos y a través del director del área de gestión futbolística del club, Raúl Sanllehí, el Barça desglosó todas las cifras del contrato de Neymar.
Un total de 86,2 millones
A los 17,1 millones pagados al club de procedencia de Neymar, el Santos brasileño y los 40 que el club azulgrana pagó a la sociedad N&N (propiedad de los padres del jugador y que podía decidir a qué equipo iría el futbolista), el Barça pagó por otros conceptos hasta un total de 86,2 millones de euros, sin tener en cuenta el salario de base garantizado al jugador (8,8 millones anuales, 44 millones en cinco años de contrato).
Además del traspaso (los 57,1 millones), el bono a la firma del jugador (10 millones) y la comisión de su agente (2,7 millones), el resto corresponde a gastos diversos: un contrato de marketing comercial (4 millones de euros), un acuerdo entre la Fundación del club y la del jugador (2,5 millones) y opciones sobre tres jóvenes jugadores del Santos, el club precedente del brasileño (9,9 millones).
Además, el club ha prometido al jugador una prima de 2,2 millones si en los próximos años es finalista al Balón de Oro y la disputa de dos amistosos contra el Santos, que en el caso de incumplir debería pagar otros 4,5 millones (el primero de esos partidos ya se jugó en agosto).
«Nosotros no hemos mentido en ningún momento», insistió Bartomeu, reiterando que el traspaso de Neymar había costado 57,1 millones de euros.
Sanllehí advirtió que la cifra de 86,2 millones presentada por el Barça «no quiere decir nada» ya que se «comparan peras raras con otras peras raras», es decir, que se mezclan conceptos del traspaso con otros que forman parte del salario del jugador.
Sanllehí explicó que el Barça llegó en 2012 a un acuerdo con la empresa N&N para el fichaje de Neymar a cambio de 40 millones de euros y reveló que, poco antes del anuncio del fichaje el pasado verano, el padre del jugador le enseñó la oferta realizada por otro club europeo, del que no dijo el nombre, por 60 millones y que después subió a 100 millones.
Neymar prefirió Barça a otros clubes
«El fichaje de Neymar fue un gran acierto y él vino aquí porque cree en nuestros valores y porque quería jugar con (Lionel) Messi y con todos los grandes jugadores que tenemos», aseguró Bartomeu.
El nuevo presidente del Barça agregó que el padre del brasileño «ha reiterado que muchos no han perdonado que su hijo Neymar Junior prefiriese venir al Barça en lugar de ir a otros equipos y aceptar otras ofertas que le ofrecían más dinero».
Rosell dimitió el jueves tras la aceptación la víspera por la justicia española de la querella presentado por un socio del Barça por presunta «apropiación indebida» en el fichaje de Neymar. El querellante defiende que los socios del club ignoran el «destino real» del dinero pagado por esta operación, que el Barça afirmaba no poder explicar debido a una cláusula de confidencialidad.
El exdirigente, de 49 años, que siempre defendió que la operación costó 57 millones de euros al club, denunció «una injusta y temeraria acusación» pero afirmó dejar el cargo para no dañar a su familia y a la «imagen» del Barça.
