La animadora Zoraya Villarreal, luego de unos años de ausencia en la pantalla venezolana -tiempo que dedicó a sus hijos- está de vuelta a la televisión de la mano de la que un día fue su casa, el Kino Táchira, que en el 2014 se trasmite por Televen todos los lunes a las 10:00 p.m.
Rememoró que en diciembre participó en el Calendario Doctor Yaso: «Creo que el calendario me dio suerte. Con este regreso mi vida da un giro en el 2014. Ese es el resultado cuando uno actúa con el corazón y de buena fe. Pienso que es un regalo que me da Dios y la vida, de poder volver a la televisión y de alguna manera, no por un tema de vanidad o de farándula, sino porque para mí el Kino Táchira siempre ha sido mi casa».
Enfatizó que una de las cosas que más disfruta de trabajar con esta lotería es el trabajo que ellos realizan en el ámbito de responsabilidad social. «Eso siempre me ha llenado mucho como ser humano. Ahora las cosas se dieron así. Fue justamente el 24 de diciembre cuando recibí la llamada de la lotería. ¡Tremendo regalo de Niño Jesús!».
«Estoy muy agradecida y contenta de arrancar el año con tan buena noticia. Ahora a la expectativa de cómo se desarrollan las cosas con este nuevo reto con que comienzo el año», acotó la barquisimetana, quien duró anteriormente 13 años con la lotería.
– ¿Cómo recibió la noticia?
– Fue algo inesperado. Nunca pensé que fuese a pasar. Sin embargo, recuerdo en el momento que me fui me costó mucho tomar la decisión. De verdad las cosas pasan por algo, la vida es un pañuelo y el mundo gira, las oportunidades van y vienen, y esta noticia me cayó de sorpresa.
– ¿Qué aprendió con la lotería?
– Aprendí a salir en vivo. Yo no había podido ni trabajar en la televisión regional porque venía de trabajar en una institución bancaria en Barquisimeto, donde empecé a los 16 años. Cuando me vengo al Miss Venezuela y termino, luego me salió la oportunidad de ir al casting del Kino. Recuerdo que pensé que no iba quedar, porque fueron figuras muy importantes, pero yo quería ir y quedé. Con ellos aprendí mucho, porque no sabía nada de televisión. Fue una escuela, ¡y qué escuela!, porque salir en vivo en Venevisión, en un programa que tenía buen rating, en la mañana, de una hora y sin cortes comerciales era un gran reto.
Luego del Kino vinieron las noticias, «y fui creciendo como periodista y comunicadora social. Más tarde los programas en Televen donde recorrí Venezuela. El Kino siempre me acompañó en todas la facetas de mi carrera, en los programas de turismo, luego en portadas, donde me entregaba buena energía y excelente augurios».
