Se trata de la primera visita de Hollande como jefe del Estado a la Santa Sede, un encuentro delicado debido a los temas espinosos que deberá encarar con el argentino Francisco.
«Será como siempre una conversación franca, aunque no se informará nada de lo que hablarán», comentó a la AFP un purpurado.
Hollande, soltero, padre de cuatro hijos, se encuentra en el ojo de la tormenta después de la revelación hace dos semanas de su relación clandestina con la actriz Julie Gayet.
El mandatario socialista será recibido por el papa sin la primera dama y hasta hace poco compañera sentimental, afectada por la infidelidad de su pareja.
La presencia de Valerie Trierweiler de todos modos no estaba prevista, según fuentes diplomáticas.