Roger Federer, sexto favorito, podría aprovecharse el viernes (08h30 GMT) de las ampollas que tiene en la mano Rafael Nadal, primer cabeza de serie, para sumar una nueva final a su palmarés en la primera semifinal del Abierto de Australia.
El suizo, el tenista que más Grand Slam ganó en la historia, no derrota a Nadal en uno de los principales torneos del circuito mundial desde que se impuso en la final de Wimbledon de 2007.
Pero, el renacimiento de Federer, que el mes pasado contrató al sueco Stefan Edberg, dos veces ganador de Australia, como técnico asesor, y que el saque del español se verá lastrado por las ampollas, nos presenta el emparejamiento más abierto de los últimos años.
Nadal jugó claramente incomodado por las ampollas en su mano de servicio, que provocó que cometiera siete dobles faltas, dos de ellas en puntos de break, en su sufrida victoria contra el búlgaro Grigor Dimitrov en cuartos de final.
«Saqué lento y mal», aseguró Nadal tras su décima victoria consecutiva. «Mi principal problema fue el servicio, porque si saco así me lastra para todo lo demás», añadió.
Con la derrota del tres veces campeón, el serbio Novak Djokovic en el otro lado del cuadro, y la victoria por cuatro sets de Federer sobre Andy Murray, tercer máximo favorito, el suizo es el último obstáculo que le queda a Nadal para alcanzar su tercera final en Melbourne.