La elevada tasa de desempleo en España permaneció estancada en 26% en el último trimestre de 2013 a pesar de que la economía creció, de acuerdo con un par de informes oficiales difundidos el jueves.
La desocupación en el periodo octubre-diciembre aumentó a 26,03% en comparación con la de 25,98% en el trimestre anterior, en tanto que el número de desocupados permaneció en alrededor de 5,9 millones de personas, informó el Instituto Nacional de Estadísticas.
Por su parte, el Banco de España difundió cifras preliminares según las cuales la economía del país creció 0,3% en el periodo octubre-diciembre, después de hacerlo 0,1% en julio-septiembre al cabo de nueve trimestres de tendencia en baja. En conjunto, la actividad económica cerró el año pasado con contracción de 1,2%.
La agencia de estadísticas tiene previsto confirmar las cifras del producto interno bruto que ha presentado el banco en un informe preliminar que difundirá el 30 de enero, en tanto que el informe definitivo será anunciado el 27 de febrero.
En el informe sobre desempleo se afirma que se perdieron puestos de trabajo en los sectores de servicios, construcción e industria, aunque se crearon en el agrícola.
Las autoridades dijeron que la economía de España, aunque lenta, se ha estabilizado y se encuentra en marcha hacia la creación de puestos de trabajo, lo cual reducirá el desempleo.
Sin embargo, los economistas pronostican que se requerirán años para que la tasa de desocupación se reduzca a un nivel más tolerable.
Gran parte del crecimiento económico actual afirman se debió al firme crecimiento de las exportaciones de compañías que han efectuado extensas reducciones de costos para hacer más competitivas sus operaciones a nivel global.
La economía de España cayó en recesión y el desempleo se disparó al reventarse la burbuja del sector de la vivienda a causa de la crisis financiera global de 2008.
Los bancos del país fueron golpeados por el impago de créditos y el gobierno procedió a una reestructuración, cierre o fusión de las instituciones financieras en problemas.
El gobierno recibió una línea de crédito por 100.000 millones de euros (135.000 millones de dólares) para apuntalar a las instituciones crediticias que sobrevivieron al temporal financiero.
España ha utilizado 40.000 millones de euros de esos recursos y el jueves dio por concluido formalmente el rescate de la banca española.