Existen reservas democráticas en Venezuela
Hoy se conmemoran 56 años desde aquel 23 de enero de 1958 cuando un movimiento cívico-militar derrocó al Gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, quien se vio en la obligación de abandonar al país y escapó a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada».
Para Carlos Canache Mata, dirigente nacional de Acción Democrática, exmiembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido, presidente y exsecretario de esa organización política y expresidente de la Cámara de Diputados del extinto Congreso Nacional, “el 23 de enero significa la vuelta al régimen democrático que se había interrumpido por el golpe militar que se dio contra el Gobierno constitucional de Rómulo Gallegos”.
Transcurrieron diez años de lucha dictatorial de la llamada resistencia que estuvo al lado del pueblo, comandado por líderes tan destacados como Leonardo Ruiz Pineda, vilmente asesinado en Caracas el 21 de octubre de 1952; Luis Alberto Carnevali, quien murió en la cárcel de San Juan de los Morros y tantos otros prisioneros que dieron su cuota por la libertad de este país, así como millares de exiliados, dijo. Precisó que esa fecha se traduce en que el pueblo venezolano volvió a estar en condiciones de ejercer la soberanía a través del sufragio universal, directo y secreto.
Comparó el régimen actual como la antítesis de lo que significó el 23 de enero de 1958. “Ahora están limitadas las libertades públicas, se ejercen en medio de un hostigamiento, hay restricciones para los medios impresos, radiales y televisivos”.
El movimiento sindical es perseguido, afirmó.
Lamentó que las elecciones no son transparentes como lo fueron durante los cuarenta años de la vida democrática.
“No han suprimido el sufragio universal, directo y secreto conquistado el 18 de octubre de 1945, pero lo pervierten. No lo eliminan de los textos legales, pero lo corrompen al utilizar con ventaja recursos del poder a través del Consejo Nacional Electoral, un organismo sumiso al régimen que altera y modifica de manera fraudulenta resultados electorales”, adujo.
Llama la atención que este régimen exalte el 23 de enero de 1958, debería taparse la cara al pronunciarse el nombre de esta fecha, señaló.
No hay que olvidarse que el fallecido presidente Hugo Chávez, cuando fue candidato a la presidencia en el año 1998 visitó al general Marcos Pérez Jiménez, en Madrid, en el Palacete de la Moraleja, para tratar de que los perezjimenistas votaran en Venezuela por él, recordó.
Tampoco olvidemos que una vez electo el presidente invitó a Pérez Jiménez a venir a su toma de posesión, invitación que no fue atendida.
Resaltó algunos de los avances de los cuarenta años de democracia en materia de educación, salud y electricidad con la construcción de la represa de El Guri; la red de vialidad que se tiene en el país la mejor de Latinoamérica y se logró la descentralización, es decir, todo un exitoso tanto en el orden estrictamente político como en el orden económico.
Además, el promedio de homicidios en el país anual fue de 4.000, ahora es de 18 mil, la más alta del mundo.
Venezuela no podrá volver a un camino de libertad y prosperidad hasta que cambie el presente Gobierno por la vía legal y pacífica.
Por su parte, Américo Martín, abogado, escritor y dirigente político de la izquierda, fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), apuntó que el 23 de enero de 1958 se ha consolidado como una de las fechas más importantes para la historia de Venezuela.
Significó que ese momento de inicio de la democracia en el país fue producto de la unidad, la inteligencia y fervor del pueblo.
“En la actualidad es un retroceso lo alcanzado”, expuso.
Resumió aquel logro en tres puntos. El primero, se vivía en un país militarizado y se quiso unir a Venezuela bajo la figura de un Bolívar guerrero, y no creador de constituciones.
En segundo lugar se impuso la amplia unidad pluralista sobre la base de un programa mínimo de salir de la dictadura de Pérez Jiménez, y el tercero el éxito de la victoria cívica a la que se unieron los militares, quedando claro que no todo militar es militarista y no todo civil es civilista.
Calificó al régimen que lideró Chávez y ahora Maduro como un modelo indefinido, propenso a la autocracia y totalitarismo que no se ha materializado porque las reservas democráticas son muy grandes en este país.
