Sepulcros blanqueados

Es Venezuela como nación, en la que repercute el asesinato de Mónica Spears y su esposo. Los venezolanos en el exterior, reciben insultos. En Houston, a uno le gritaron en un supermercado “asesinos”.
Quién desató esta matanza diaria. Quién le dio rienda suelta al delito y a la impunidad, institucionalizó los pranes en las cárceles,  anexó el poder judicial a la Presidencia de la República. Están en nuestras mentes las frases de Hugo Chávez en la Avenida de los Próceres en Caracas, cuando justificó a los ladrones que robaban para comer. O cuando dijo “esta revolución es pacífica pero está armada”. A dónde han ido a parar los rifles comprados a Rusia.
Allí está el origen de estos homicidios. Han tenido en las pantallas de televisión el respaldo a su violencia,  han visto al Gobierno militar, patear y golpear mujeres, estudiantes, diputados de oposición, insultar obispos y sacerdotes, dejar impunes a los asesinos de la Plaza Altamira, liberar guerrilleros de las FARC. El régimen ha implementado 21 planes de seguridad en 15 años y de los once ministros de Relaciones Interiores y Justicia del régimen en estos años, solo tres han sido civiles y ocho militares, lo que significa que los uniformados son los responsables de este estado de postración en la materia.
Es inaceptable que Nicolás Maduro y su régimen, le pidan al pueblo que no politice el asesinato de la artista y por este crimen  se convoca una cruzada contra la inseguridad. En el Evangelio de San Mateo(23, 27-32) está la respuesta de Cristo: “Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia, de hipocresía e iniquidad”.
Como dice María Corina Machado “Este drama no se resuelve colaborando con el régimen o compartiendo su irresponsabilidad, solo enfrentando este modelo y recuperando nuestra vida democrática”. Porque aquí sucede lo mismo que en Cuba, el gobierno tiene en la delincuencia un aliado para mantenerse en el poder. Es como ha declarado la bloquera cubana Yoani Sánchez: “Un gobierno que predica austeridad mientras su cúpula practica el hedonismo”.
Por eso hay que decir claramente que  quienes creen que cuando no puedes con el enemigo lo mejor es aliarse, se equivocan y en poco tiempo van a obtener la respuesta del electorado que tuvo confianza en ellos. La oposición venezolana está necesitada de una gran reflexión desde las bases. La militancia de los partidos políticos de la provincia tiene que hablar, porque insistimos en que los dirigentes iluminados de Caracas no pueden seguir conduciendo esta oposición al gobierno ilegitimo de Nicolás Maduro. Está planteado un diálogo entre el estudiantado y la juventud militar para buscarle una salida al futuro de Venezuela.
Se han ido dejando pasar las cosas más graves ocurridas de la cuales el régimen militar no ha dado explicaciones. Asesinatos, narcotráfico, venta de la soberanía al gobierno Cubano, la propia muerte de Chávez, las denuncias del juez Aponte Aponte, el asesinato de la diplomática en Nigeria,  los reveses diplomáticos en Honduras, Paraguay, Colombia, la compra de gasolina en el exterior, el exagerado aumento de la deuda externa, el endeudamiento con China, el inmenso dineral regalado a Bolivia, Nicaragua y Cuba entre otras, los resultados electorales, la partida de nacimiento de Maduro y tal parece que la oposición no tiene comités de seguimiento a cada uno de casos.
Cada vez más la población urbana adquiere conciencia del derrumbe económico de Venezuela. La clase media está crucificada por la inflación. La escasez de productos aumenta. Es una realidad que clama al cielo. No se puede permanecer indiferentes: “El lugar más recondido y oscuro del infierno, está reservado para aquellos que en momentos de crisis permanecen neutrales”, escribió Dante Alighieri.