El jefe de las Fuerzas Militares de Colombia advirtió el miércoles que si logran ubicar al máximo líder de las FARC lo capturarán o le darán muerte, aún pese a las negociaciones de paz que mantiene el gobierno con la insurgencia.
Desde Madrid, donde cumple una visita oficial, el presidente Juan Manuel Santos informó de una nueva operación militar en contra de los rebeldes y que dijo provocó la muerte de cinco rebeldes y la captura de otros ocho.
El comando de las Fuerzas Militares indicó en un comunicado que la operación fue conjunta entre el ejército y la aviación con datos de inteligencia de la policía sobre el Frente 7mo de las FARC y que se realizó en una zona rural de Vista Hermosa, en el departamento de Meta y a unos 205 kilómetros al sur de Bogotá.
Se desconoce el paradero exacto del jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, pero en el pasado el Ministerio de Defensa ha dicho que se mueve en zonas cercanas a la frontera con Venezuela.
«La orden y la misión constitucional es que todos aquellos que se encuentren fuera de la ley y estén delinquiendo pues son objetivo militar», aseguró el general Leonardo Barrero en una entrevista telefónica con The Associated Press.
El alto oficial dijo que en el caso de Timochenko, como en el de cualquier otro comandante de las FARC, «se prioriza la captura. Pero indudablemente, como ha sucedido en otros casos, si hay resistencia armada y se efectúa el combate, y si lamentablemente muere en combate, pues el resultado sería así», es decir, darle muerte.
Timochenko, de 55 años, es desde noviembre de 2011 el máximo jefe de las FARC luego de que unidades militares mataran en una zona del suroeste colombiano a Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, el entonces jefe de la guerrilla.
Desde hace más de un año el gobierno del presidente Santos y los rebeldes llevan adelante en Cuba un proceso de paz para tratar de poner fin a 50 años de conflicto. Santos, que busca su reelección en los comicios de mayo, ha insistido en que los operativos militares se mantienen a pesar de los diálogos y que si los rebeldes están en la mesa de conversaciones es precisamente por los golpes que les ha propinado la fuerza pública.
Según Barrero, en lo que va del año y sin incluir los rebeldes muertos en el Meta, en combates con militares han caído 33 guerrilleros de las FARC y del también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Según el jefe militar el proceso de paz no ha afectado las operaciones militares porque, según dijo, la orden de Santos es «mantener la ofensiva; en ningún momento nuestra libertad operacional ha sido coartada, ni ha sido limitada».
Interrogado sobre la eventual presencia de guerrilleros de las FARC en el Congreso en caso de que firmen la paz y dejen las armas, Barrero dijo «para nosotros no es nada nuevo… compartir muchos escenarios (con guerrilleros), porque eso de hecho lo realizamos todos los días en nuestras unidades militares». Barrero agregó que «hay pequeños procesos de paz con… desmovilizados», rebeldes que se entregan y dejan las armas.
Descartó que la tropa esté desmoralizada, como sostienen opositores al gobierno y el proceso de paz con las FARC, y puso como ejemplo que en dos operativos fueron muertos 21 guerrilleros en el noreste y suroeste del país desde el fin de semana y hasta la víspera. «Los resultados hablan por sí solos», enfatizó.