La crítica situación que atraviesa parte del conglomerado de medios de comunicación impresos en el país, en torno a la importación de papel periódico y otros insumos para su funcionamiento, sigue siendo tema de preocupación en diversos factores de la oposición, ante la posibilidad de que pueda tratarse de una política de Estado para intentar imponer controles sobre las líneas editoriales.
En la comunicación que hace unos días enviara al presidente Nicolás Maduro sobre la crisis que atraviesan varios medios impresos, el diputado a la Asamblea Nacional Edgar Zambrano destacó que la pluralidad que caracteriza a una sociedad democrática debe garantizar la existencia de medios de comunicación con distintas líneas editoriales, a los fines de ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de elegir cómo mantenerse informado entre varias alternativas.
Asimismo, en el documento recordó que principios como el derecho de acceso a la información oportuna y veraz adquirió mayor importancia en la misma medida que las democracias se fortalecieron como regímenes de gobierno y aumentó el nivel intelectual y de formación académica de los ciudadanos.
“Si esta situación forma parte de una política para aumentar la hegemonía comunicacional que desarrolla el gobierno, la condenamos de manera categórica por constituirse en un hecho que trasciende la apología del delito, por estar direccionados con un fin que violenta la Constitución”, reza el documento.
Propio del autoritarismo
Justo Mendoza, dirigente de Avanzada Progresista, considera esta situación como una estrategia del Ejecutivo nacional, cuya intención sería “dar un ejemplo” a otros medios de comunicación sobre la actitud que puede tomar el Estado ante la crítica. Una posición que plantearía una contradicción entre los anuncios de libertades bajo el esquema del “socialismo del siglo XXI” y la realidad que presentan los medios de comunicación.
“Esto no es nuevo en los regímenes autoritarios, ni en los de corte marxista como el actual, ni aquellos que toman como modelo el ejemplo cubano. Los tres elementos confluyen y no es una casualidad lo que ocurre en el país, sino una acumulación de intencionalidades en la medida en que va madurando en el colectivo la sensación de cierre de la posibilidad de acceder a la información”, dijo.
Mendoza expone que la situación de EL IMPULSO consiste en la búsqueda de ese ejemplo para que otros se miren en ese espejo y triunfe en el país la autocensura, la ocultación y la posibilidad de que no se conozca la verdad.
Este jueves, la situación de EL IMPULSO será tratada por la comisión especial designada por el Consejo Legislativo del estado Lara, en una reunión donde se discutirá sobre la situación económica expuesta por los directivos de este rotativo y las formas en que espera mantenerse en circulación hasta recibir el papel de importación luego de la aprobación de los permisos por parte de Cadivi.