El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel dedicó este martes el Requiem de Berlioz que se disponía a dirigir al frente de dos orquestas en la catedral Notre Dame de París a su par italiano Claudio Abbado fallecido la víspera.
«No solamente lo va a homenajear, sino que también nos va a dar ese espíritu de lo que era Claudio, esa alma tan generosa y tan bondadosa», dijo Dudamel en un encuentro con periodistas minutos antes del ensayo del Requiem que se interpretará el miércoles ante el público en la catedral de la capital francesa.
Según el maestro venezolano de 32 años, que tenía «una relación paternal con Claudio, muy estrecha», «no es una casualidad que nosotros estemos haciendo en estos días el Requiem de Berlioz, que como sabemos es una misa en honor a los difuntos. Es casualidad y no lo es, que lo estemos haciendo aquí y en estas dimensiones».
El director de orquesta italiano falleció el lunes en Bolonia a los 80 años de edad.
En un concierto de inusuales dimensiones, Dudamel dirigirá el Requiem al frente de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la Orquesta Filarmónica de Radio Francia y los coros de Radio Francia y de Notre Dame de París.
«Claudio Abbado es uno de los grandes genios inspirados que atraviesan la historia de las Artes. Su generosidad infinita y su constante afecto fueron para mi desde temprana edad uno de los tesoros más preciados de mi vida», había señalado previamente Dudamel en un comunicado publicado por su servicio de prensa.
Claudio Abbado había respaldado el «Sistema» de orquestas juveniles fundado en Venezuela en los años 70 por el maestro José Antonio Abreu y del que la orquesta Simón Bolívar y Gustavo Dudamel son el rostro más visible y famoso. «Más allá de mi persona, es todo el Sistema de Venezuela que él consideraba como su familia», dijo Dudamel.