El estelar escalador barinés Jimmy Briceño (Lotería del Táchira) superó algunos momentos de sufrimiento que experimentó en la exigente y colorida novena etapa de la Vuelta al Táchira en bicicleta, una porción de ascenso puro en la parte final, sobre una carretera sinuosa, llena de curvas, en clima frío, y aderezada por la buena cantidad de público en las orillas de la vía, para mantener la camiseta amarilla y dar otro paso hacia su segundo título en la tradicional prueba, dentro de una penúltima jornada que entregó una importante cuota de protagonismo al corajudo Carlos Galvis, después de bregar con varios loteros en el tramo de cierre para defender su segundo lugar en el casillero general y hasta descontar seis segundos al líder.
El ganador de la porción fue Jonathan Camargo, quien, en un sobresaliente desempeño, hiló su tercera conquista consecutiva y cuarta de la actual edición del giro andino. Su tiempo fue de 2 horas, 36 minutos y 24 segundos, el mismo crono con el que cruzaron Galvis, Juan Murillo y Briceño.
La fracción se desarrolló sobre 83 kilómetros –de las etapas en línea la más corta del evento- con salida en El Piñal y llegada en el monumento a Casa del Padre, con dos premios de montaña en el menú. Los corredores partieron a una altitud de 230 metros, en la carretera hacia los Llanos, y llegaron a 2.130, en las cumbres tachirenses.
Briceño, que por algunos momentos vivió momentos de fatiga, mantuvo el control de la principal clasificación, aunque Galvis aprovechó la bonificación en meta para reducir la diferencia en seis segundos. Era una jornada en la que se esperaba que el oriundo de Barinitas diera el golpe definitivo, visto que es el corredor que mejor momento atraviesa dentro del pelotón y sobre la base de lo exhibido en los días previos, pero esta vez se limitó a rodar a la rueda de Murillo y Camargo, los loteros que trataban de sacar del segundo lugar a Galvis.
De todos modos, Briceño parece tener asegurado el trofeo de campeón, con una diferencia de 1:19, que no es muy amplia, pero luce como suficiente, cuando cuenta con un equipo sólido para respaldarlo, amén de que la fecha final no ofrece mayor dificultad.
En sus primeros kilómetros, la etapa fue animada por los corredores que tienen intereses en otras clasificaciones, como la de los premios esprín. Wilmen Bravo, tercero en esa modalidad, se fue en fuga, pero lo siguieron Jonathan Monsalve y Mattia Pozzo, del Yellow Fluo italiano, con la misión de interponerse en los pasos intermedios y evitar el descuento sobre Francesco Chicchi, líder de esa clasificación.
Pozzo ganó dos de los tres primeros pasos intermedios, pero el italiano, al igual que Monsalve, Bravo y el colombiano Julián Rodas, perdieron el paso una vez llegó la montaña. Entonces aparecieron los vanguardistas para tomar protagonismo en esos últimos 25 kilómetros de pura subida.
Galvis, notable e irreverente, trató de escaparse, pero le siguió el mismo líder Briceño, acompañado por los también loteros Murillo y Delgado. Lanzó algunos ataques, ganó el primer premio de montaña del día –a 12 kilómetros del final- y también se defendió cuando fue exigido.
Al final, tras el segundo puerto, Camargo aceleró la marcha para cruzar primero en la meta, seguido por los otros tres integrantes de esa fuga final. Otra vez Lotería con el dominio de la jornada, aunque sin poder apartar del podio a un Galvis que se les puso duro.
La ronda andina se cierra este domingo con una porción que prevé un circuito inicial en Rubio para irse a San Cristóbal y terminar en el velódromo JJ Mora, luego de 112 kilómetros de recorrido, con cuatro premios esprín y uno de montaña.