La multitud cada 14 de Enero convierte a Barquisimeto en la capital mundial de la Fe católica. Millones de personas se congregan para dar testimonio que la paz y la unidad son el camino para la salvación de la humanidad.
Este año el Arzobispo de Barquisimeto, el Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor Antonio José López Castillo, hizo pedimento especial en favor del periódico EL IMPULSO, el cual atraviesa graves dificultades. Ruego que fue compartido por la Red de Instituciones Larenses, quienes se colocaron en la avenida Lara para dar gracias a la Santa Madre y al mismo tiempo apoyar la solicitud de papel que hace la familia Carmona a las autoridades nacionales.
Desde una televisora local un sacerdote repetía constantemente que la imagen de la Divina Pastora nos recordaba a la Virgen que está en el Cielo y que bajo ningún concepto podía confundirse con un acto de idolatría, los cuales están prohibidos tajantemente en la Biblia. Por otra parte se dio a conocer a los caminantes que en Sevilla, por primera vez, los capuchinos habían sacado en procesión la imagen de nuestra patrona ese mismo día, ataviada con un vestido típico venezolano, con el objetivo de estrechar lazos entre Venezuela y España.
Panchita recordó que hace aproximadamente cuarenta años caminó descalza desde Santa Rosa hasta la Catedral toda la procesión, para dar gracias a la Virgen por el éxito de una operación en los ojos que le practicaron a una de sus hijas. Le salieron ampollas en las plantas de los pies y sufrió una quemadura porque pisó la “cola” de un cigarrillo.
Julio Cesar Álvarez la esperó frente al Tiuna y desde allí acompañó a la imagen hasta la avenida Vargas, explicándole a su hermano Juan José que la procesión de la Divina Pastora era la más grande del mundo, porque la concentración humana para venerar a la Virgen de Guadalupe en México era una peregrinación, es decir, la imagen de la Virgen no se movía sino que desde todas partes de Ciudad México iban las personas a venerarla, mientras que en Barquisimeto la Virgen recorría las calles en hombros del pueblo. Por eso-afirmaba- nuestra procesión es la más grande del mundo. A su lado una señora agregó que la congregación de Fátima, donde también asistían centenares de miles de fieles, también era una peregrinación, lo cual convertía a la procesión de la Divina Pastora como algo único en el mundo católico.
Bajo el Manto Sagrado de su protección los millones de caminantes que asistieron a la procesión de la Divina Pastora llegaron, luego de varias horas de apasionada entrega mística, a la Catedral de Barquisimeto, sin ningún hecho negativo que lamentar, según lo informó el gobernador Henri Falcón, quien caminó todo el trayecto. El alcalde Alfredo Ramos recibió a la Santa Imagen con palabras breves y concisas, indicando que era la unidad y la tolerancia el camino para la sanación de Venezuela.
La misa en la Catedral fue presidida por el obispo de Carora, Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor Luis Armando Tineo Rivera, quien leyó una homilía donde destacó como el propio Jesucristo desde la Cruz nos había entregado a su madre como Madre de todos y que por ello podíamos acudir a ella como el camino más corto y seguro para acceder a la presencia de Dios.
Reflexionó el Obispo Tineo sobre el mensaje evangelizador Coromotano que nos había entregado la Virgen María, el cual se repetía a lo largo y ancho de toda Venezuela gracias a las diferentes advocaciones como en nuestro caso era la Divina Pastora, la Chiquinquira en Aregue y Maracaibo, la Virgen del Valle en Margarita y los estados orientales y la de Altagracia en Quíbor,y así con múltiples nombres pero con la misma esencia sagrada, porque es la misma Virgen María que se nos muestra de muchas maneras para adentrarse en el corazón de la gente, asumiendo particularidades de cada idiosincrasia popular.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.