Desde el 20 de enero se pondrán en vigencia las nuevas medidas de seguridad en la Universidad Central de Venezuela (UCV), luego de vivir en los últimos años varios episodios de violencia.
La rectora de la UCV, Cecilia García Arocha, aseveró que al igual que el país, la violencia también se vive en el recinto universitario, sin importar que esta casa de estudios es un patrimonio cultural.
”Nosotros recibimos un equipo de seguridad rectoral hace aproximadamente cinco años y medio, con profundas debilidades, y hemos hecho grandes esfuerzos por compensar, por fortalecer el departamento de seguridad de la Universidad Central de Venezuela. En cinco años se han cambiado cinco veces la directiva de seguridad», explicó la rectora.
Enfatizó que en su momento el consejo universitario aprobó la colocación de los portones, pero que los grupos violentos dentro de la universidad no lo permitieron. “El TSJ sentenció que los portones de la Universidad Central no se iban a colocar”.
Mencionó que una de las medidas es que los motorizados deberán estar identificados con una etiqueta de la Universidad: “Hace más de 10 años el consejo universitario prohibió la entrada de motorizados”, norma que no se cumple aseguró la rectora.
«Nosotros hemos sido víctimas de 60 ataques que no han tenido respuesta, ni del Cicpc, ni de la fiscalía”, acotó. Recalcó que seguirán defendiendo sus ideales, “una Universidad autónoma, libre, plural y democrática, en esos elementos siempre vamos a trabajar, dentro de una Universidad de excelencia, que se transforma”.
Sentenció que la UCV es un ente que siempre ha estado y estará al servicio del país: “Nunca ha estado, ni estará, al servicio de ningún gobierno”.
Por su parte, el director de seguridad, José Cruz, solicitó la colaboración de toda la comunidad ucevista, a fin de que los operativos sean cada vez más eficientes. Señaló que se realizarán patrullajes constantes y se retomarán otras acciones.
“Hago un llamado a la conciencia y a la tolerancia por los nuevos dispositivos que se instalarán para controlar el ingreso a la universidad. Entiendo que los cambios causan resistencia, pero si no trabajamos en cooperación, difícilmente lograremos avanzar en la seguridad para la UCV”.
Cruz señaló que la primera medida consiste en mantener mayor control sobre el paso vehicular y peatonal hacia el interior de la institución, a fin de disminuir la amenaza dentro de la misma, ya que considera que el libre acceso es causa de delito.
Ahora todos los vehículos deberán contar con su calcomanía, o en su defecto, conductores y acompañantes deberán mostrar sus carnets respectivos. En ese sentido, aseguró que ya se está a la espera de instalar las jornadas especiales de carnetización para que toda la comunidad esté plenamente identificada.
Explicó que los motorizados no ingresarán salvo que pertenezcan a la comunidad universitaria. Los mototaxistas no podrán ingresar con parrilleros, puesto que las estadísticas demuestran que la mayoría de los que cometen delitos dentro del recinto, usan motos para escapar.
“Creo que la UCV es la única universidad en el mundo que tiene la condición de estar abierta a todo el público. Y si es entendida que está hecha para todos, en esa misma medida hay que considerarla: como un bien que hay que proteger. De manera que no es para aquel o aquellos que quieran venir a perjudicarla, sino para los que vengan a respetarla. Por lo que sí debe existir un control de acceso o una reserva del derecho de admisión”.
Estas son algunas de las medidas que se pondrán en marcha desde el 20 de enero, entre otras que deberán cumplir todos los estudiantes y público general que visite esta casa de estudios.