La guerrilla comunista de las FARC dijo este domingo que en la aplicación de un programa de sustitución de los usos ilícitos de la coca, marihuana y amapola en Colombia, deben tener «prevalencia» los derechos humanos de los campesinos.
«En la política de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos, prevalecerá un enfoque de derechos humanos integrales, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales sobre políticas de interdicción o prohibición, de persecución, estigmatización y criminalización», dijo a la prensa el delegado de las FARC, Marco Antonio Calarcá, antes de ingresar a las pláticas con la delegación del Gobierno de Juan Manuel Santos.
Añadió que «el enfoque de derechos humanos será diferenciado y con perspectiva de género. Especial atención tendrán las mujeres y los jóvenes cultivadores de coca, amapola y marihuana».
La delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) discute con su contraparte oficial el tercer punto de la agenda de conversaciones de paz, relativo a las drogas ilícitas, para terminar el conflicto armado de medio siglo en Colombia.
En los dos primeros dos puntos de la agenda -el problema agrario y la participación política- se alcanzaron acuerdos en las conversaciones iniciadas hace 14 meses que tienen lugar La Habana.