Pecado personal y social
El pecado es un misterio, y al mismo tiempo una realidad profundamente humana, porque es sin duda, “Obra de la libertad del hombre” (R.Et P.14). El pecado, que conlleva una relación de incoherencia frente a Dios, rompe el equilibrio interior, nos daña internamente, nos quita la paz y también nos vacía del gozo profundo; existencialmente el pecado nos hace mal, nos mata en nuestra felicidad, y desgarra nuestro trato con los demás. El pecado, llámese como se llame, no el aparente, sino el real, el profundo, el vital, está a la base de los grandes desequilibrios sociales, desde él se desprende la mentira, la injusticia, la presión, la irresponsabilidad, la falta de fraternidad y unión entre los hombres y los pueblos.
Es verdad que una vida sin Dios puede tener varias causas, “En esta génesis del ateísmo, pueden tener parte la exposición inadecuada de la doctrina e incluso con los defectos de la vida religiosa, moral y social, han ocultado más bien que revelado el genuino rostro de Dios, y de la religión” (G Et.S 19).
Pero venga de donde viniere, la separación, indiferencia o negación de Dios no nos ayuda, no nos devuelve la paz verdadera, es conveniente buscar y encontrar al verdadero Dios, nuestro Padre, porque somos su obra, sus hijos, y sólo en Él, como dijese San Agustín, encontrará reposo, realización y sentido nuestro vivir. El pecado es siempre un acto libre de la persona humana, por supuesto que el hombre “puede estar condicionado, apremiado, empujado por no pocos, ni leves factores externos, así como también puede estar sujeto a tendencias contradictorias, en no pocos casos, dichos factores externos e internos pueden atenuar en mayor o menor grado, su libertad, y por lo tanto su responsabilidad y culpabilidad. Pero es una verdad de fe confirmada también con nuestra experiencia y razón, que la persona humana es libre” (R. Et.P16).
Por otra parte también existe: “El pecado social, en el sentido de que el pecado de cada uno, como dimensión profunda destructiva, repercute de alguna forma en los demás. Estos pecados son una ofensa a Dios, en sí mismo y porque ofenden al prójimo. Por lo tanto es social todo pecado contra la libertad ajena, especialmente contra la suprema libertad de creer en Dios y de adorarlo, repercute contra la dignidad humana. Es social todo pecado contra el bien común y sus exigencias, dentro del amplio panorama de los derechos y deberes de los ciudadanos.
Puede ser social por parte de dirigentes políticos, económicos y sindicales, que aún pudiéndolo, no se empeñan con sabiduría en el mejoramiento o en la transformación de la sociedad, según las exigencias y posibilidades del momento histórico” (R.Et.P.16).
Para esto se encarna Cristo, para sanarnos de nuestros pecados personales y sociales, porque Él ha venido para salvar, ya que “Él es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Encontrémonos profunda y sinceramente con Dios-Padre, bueno, exigente pero amoroso y comprenderemos más lúcidamente nuestra hermandad, para que brille en nuestro corazón la luz de la felicidad íntima y verdadera.
Mons. Antonio José López Castillo/Arzobispo de Barquisimeto
Evangelio
Juan (1,29-34): En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.” Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.» Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.” Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.» Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.
Santo Padre
El papa Francisco: “La fe es la mejor herencia para los hijos”
El Santo Padre ha bautizado a 32 niños en la Capilla Sixtina
Ciudad del Vaticano, 12 de enero de 2014 (Zenit.org)
…Al comienzo de la celebración, el Santo Padre ha preguntado a los padres “¿qué nombres dáis a vuestro hijo?” y “¿qué pedís para vuestros hijos a la Iglesia de Dios?”. A continuación el Papa les ha recordado su compromiso en la educación en la fe. Siguiendo el rito del sacramento, también ha preguntado a los padrinos si están dispuestos a ayudar a los padres en esta tarea. A estas palabras les ha seguido el signo en la cruz sobre la frente de los niños por parte del Santo Padre, los padres y los padrinos.
Durante la breve homilía Francisco ha insistido en que la fe es la más bella herencia que se deja a los hijos. Por otro lado, también ha explicado que Jesús no tenía la necesidad de ser bautizado. Pero Jesús, con su cuerpo, su divinidad, “en el bautismo ha bendecido todas las aguas dándoles el poder de dar el Bautismo”. Así como Jesús pidió que fuéramos por todo el mundo a bautizar, “desde aquel día hasta hoy, esta es una cadena ininterrumpida”.
… el Papa ha subrayado a los padres que son transmisores de la fe y tienen el deber de hacerlo. Por ellos les ha invitado a llevar a casa este pensamiento “debemos ser transmisores de la fe”.
Aprovechando los llantos de los niños pequeños, Francisco ha advertido que hoy “el coro más bonito es el de los niños que hacen ruido”. El Pontífice ha señalado que los niños llorarán porque estarán incómodos o porque tengan hambre, y por ello el Papa le ha dicho a las madres “si tienen hambre dadles de comer, no os preocupéis, ellos son aquí los principales”.
Al finalizar la homilía, cada niño, en brazos de sus madres y junto al padre, en la pila bautismal recibía el agua del bautismo mientras Francisco pronunciaba sus nombres. Después, los concelebrantes se han acercado uno a uno a los niños para ungirles con el óleo. Los padres han sido los encargados de acercarse hasta el cirio pascual para encender la vela para sus hijos en representación de la luz de Cristo.
Una ceremonia en la que la solemnidad del sacramento y el lugar se ha visto acompañada por la espontaneidad y naturalidad que han aportado los pequeños.
Exhortación Pastoral producto de la reflexión en la Centésima Primera Asamblea Plenaria Ordinaria
Diálogo y pluralismo político (1ra parte) Introducción
1. Los cristianos tenemos la certeza que en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Dios está con la humanidad. Con esa convicción, fortalecida por la reciente celebración de la Navidad, al inicio de este año 2014, los Arzobispos y Obispos de Venezuela reunidos en nuestra 101ª Asamblea Ordinaria, enviamos un afectuoso saludo de aliento y esperanza a los habitantes de nuestro país, pidiendo a Dios conceda a todos un año de paz y prosperidad.
2. Es propicia esta ocasión para realizar un discernimiento a la luz del Evangelio sobre los desafíos y oportunidades del país, y hacer un llamado a la conciencia de todos sobre nuestras responsabilidades en la construcción del bien común. Jesús nos enseña el amor a los pobres y la grandeza de la persona humana, y nos urge a practicar el respeto a los demás, la fraternidad, la solidaridad, la libertad y la justicia, así como a trabajar siempre por la paz. Nos mueve a compartir estas reflexiones nuestro amor al pueblo venezolano, del que formamos parte y con quien somos solidarios, y el deseo de contribuir a la solución de las innumerables dificultades que le toca vivir.
Urgencia de encuentro y diálogo
3. Las elecciones del 14 de abril y del 8 de diciembre pasado, vividas en el clima de ciudadanía y participación que ha caracterizado a nuestro pueblo, hacen evidente la existencia en la sociedad venezolana de dos grandes sectores políticos, con iguales derechos y legítimas aspiraciones.
4. Esta realidad nos lleva a reiterar que la primera necesidad de nuestra patria es el reencuentro de todos sus hijos, mediante el diálogo y la reconciliación nacional. La inmensa mayoría de nuestro pueblo anhela vivir en una sociedad en la que impere una convivencia fraterna basada en el respeto y aprecio mutuos, el efectivo reconocimiento del pluralismo político-ideológico, cultural y religioso y la correspondiente tolerancia hacia los demás, superando así el clima de tensión y confrontación permanentes que reduce las posibilidades de enfrentar adecuadamente los grandes desafíos de la nación.
En esto nos jugamos el futuro de Venezuela.
5. El Papa Francisco en su alocución del 21 de abril del año pasado en la Plaza de San Pedro, invitó expresamente “al querido pueblo venezolano, en modo particular a los responsables institucionales y políticos, a rechazar con firmeza cualquier tipo de violencia y a establecer un diálogo basado en la verdad, el reconocimiento mutuo, la búsqueda del bien común y el amor por la Nación”. En su Mensaje de este año para la Jornada Mundial de la Paz, nos presentó la fraternidad como un fundamento seguro para la construcción de la paz entre las naciones y en cada sociedad[1].
6. Valoramos positivamente el paso dado por el Presidente Nicolás Maduro al iniciar el diálogo con los Gobernadores y Alcaldes que no apoyan su proyecto político, los cuales representan a un gran sector del pueblo venezolano. Para que este diálogo sea eficaz, debe estar acompañado de una actitud permanente de búsqueda de soluciones de los problemas reales que aquejan a la gente, respetando los derechos constitucionales de los Estados y Municipios. Para esto es preciso que todos los sectores del país rechacen la exclusión y segregación política, y sanen en su corazón la desconfianza, el resentimiento.
7. Son también hechos positivos la visita del Presidente Nicolás Maduro al papa Francisco el 17 de junio del año pasado, así como algunas reuniones entre altos funcionarios del Ejecutivo nacional con representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana realizadas siempre en un ambiente de respeto mutuo y de reconocimiento de la independencia y autonomía del episcopado en el campo político y de su papel de factor de encuentro de todos los sectores y todos los venezolanos.
Agradecimiento
Excmo. Mons. Antonio José López Castillo, Arzobispo de Barquisimeto en unión al Comité Organizador de la Visita 158 de la Divina Pastora a la Ciudad de Barquisimeto, expresan su más sincera gratitud al querido pueblo barquisimetano, por la hermosa manifestación de fe vivida el pasado 14 de enero, siendo este un testimonio vivo, del inmenso amor que sentimos por la Excelsa Patrona, quien nos lleva de la mano al encuentro con Nuestro Señor Jesucristo.
Abrazamos y valoramos el gran esfuerzo técnico y humano de la Gobernación del Edo. Lara, la Alcaldía del Municipio Iribarren, Fuerzas Armadas Bolivarianas, Policía del Estado Lara, Policía Municipal, Bomberos, Defensa Civil, al Clero, Diáconos, Seminaristas, Religiosos (as), Grupos Pastorales, a los Medios de Comunicación, Cofradía de la Divina Pastora, y a todos aquellos que participaron en este acto de fe, en un signo de comunión venerando a quien anualmente nos une en amor y encuentro familiar.
Jornada de la infancia y adolescencia misionera
En el marco a los 171 años de fundación a nivel mundial y el 50 aniversario en Venezuela la Pastoral Misionera y las Obras Misionales Pontificias en la Arquidiócesis de Barquisimeto, invitamos a todos los grupos de la Infancia y Adolescencia Misionera a que participen en la celebración de la Jornada Mundial de la Infancia y Adolescencia Misionera.
El día sábado 25/01, en la Unidad Educativa “Colegio Del Santísimo” –Av. Fuerzas Armada con calle 62A. Barquisimeto Edo-Lara.
Hora: 08:00 am a 12:00 pm. Infor.: 0416-5598176 [email protected] -Pbro. Charles Gachara imc Delegado de Misiones
Iglesia en marcha
Cáritas Diocesana de Barquisimeto- -¡Ayúdanos a ayudar!
•Trae a nuestras oficinas tus donativos en alimentos, ropa, calzado en buen estado, dinero en efectivo. A diario a nuestras puertas se presentan los prójimos que necesitan de ti. (Carrera 18 entre 34 y 35. Telf.: 02514468402)
Orientación
•El Centro de Atención a la Familia de la Pastoral Familiar, asesora a personas, parejas y/o familias que requieran apoyo para resolver sus conflictos familiares. Citas: 0251-7190050
Salmo 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.»
Como está escrito en mi libro:
«Para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes.
Vicaría de Pastoral Arquidiocesana
•Invita al encuentro de Zonas Pastorales, el 25 de enero corresponde a la zona pastoral Santos Mártires
•Invita a reunión de Asesores y Coordinadores de Área de Pastoral, el 27-01 a las 9:30 am., en el Centro Pastoral Mons. Benítez.