Cuando a su mamá Marina le dijeron que su séptimo hijo iba a nacer con alguna discapacidad no pensó un minuto en tenerlo, era y es José Miguel, no lo operaron porque el Dr. Pastor Oropeza le recomendó y así fue.
Mi primo José Miguel tuvo una vida muy feliz en todo el sentido de la palabra, gozó de los mejores momentos junto a toda su familia. Muy inteligente yobservador como decimos comúnmente “no se le iba una” “y lo decía a la persona fuera quien fuera”. Un buen día me sorprendió pidiéndome la bendición, me imagino que por la ausencia de sus tios Jesús y Mento.
Muchas anécdotas tiene José Miguel, de todo tipo, lo recordaremos por mucho tiempo en ese Carora que lo caminó y conoció como un hijo de ese terruño tan querido.
Sin duda un milagro que nos regaló Dios y la Virgencita de Chiquinquirá de Aregue, a ellos le pedimos y rogamos que nos de la fortaleza, muy dura por cierto, de aceptar que José Miguel está con sus seres queridos que se fueron antes. Y aquí continuar dándole gracias infinitas a Marina, a su papá Pio, hermanos, sobrinos, cuñados y primos. A sus 48 años de vida con una personalidad única e indescriptible que nos fue dejando poco a poco hasta el dia que Dios lo llamó.
Me despido como siempre me llamaba.