El cielo abrió su benevolente estirpe, para acompañar con su claro celeste y la sublima brisa, los rayos del sol crepuscular más radiante de las mañanas barquisimetanas, para celebrar la inauguración de una de las exhibiciones artísticas más representativas de la devoción por la Excelsa Patrona de los larenses, la exposición Divina Pastora, peregrina de creadores.
Una vez más la Sala de Exposiciones Juan Carmona, bajo los auspicios de la Fundación Juan Carmona,
sirvió con el mayor placer de promotor y hogar, para albergar la muestra artística de 54 creadores de arte provenientes de distintas regiones de Venezuela, que manifiestan su amor y fe mariana en la advocación de Divina Pastora, con ocasión a su visita 158 a la ciudad de Barquisimeto.
La celestial inspiración en la Divina dama, con ojitos de lucero, expresión serena, cobijo de esperanza, pastorcita de brazos abiertos que carga a su hijo El Salvador, quedó de manifiesto en cada pincelada, corte, ensamble y moldelado de las piezas que se presentaron, con la sagrada luz que sólo puede irradiar el más puro lenguaje del corazón de un creyente.
La multitudinaria presencia de los concurrentes, colmaron las puertas de la emblemática torre del diario EL IMPULSO, para ser testigo de estas demostraciones de fe. La alegría se hizo eco, al quedar inauguarada oficialmente la muestra colectiva, luego de las sentidas palabras de agradecimiento por parte de la presidenta de la Fundación Juan Carmona, Alicia Feaugas de Carmona, quién además invitó a los presentes a participar en una obra participativa, en la que los asistentes al evento pudieron plasmar sus mensajes, en una gran gráfica que dibujaba las hermosas calles de la ciudad crepuscular.
Una profunda admiración por el arte y la religiosidad, fue el sentimiento compartido por los asistentes, quienes disfrutaron de una colorida mañana entre las obras de pequeños niños y de grandes maestros de la plástica, en la que el privilegio de la divinidad cubre de inspiración, limpia cual aire fresco, y contagia de esperanza el espitirú de quién la presencia.
Aura Marina Rodríguez
Fotos: Antonio Barbiero
