El aminoácido Prolina tiene unas propiedades terapéuticas muy interesantes que a todos los interesados en el cuidado de la salud nos conviene conocer.
Sabemos que existen un total de 22 aminoácidos que se dividen entre esenciales y no esenciales. Hay que recordar que los esenciales son aquellos que se adquieren a través de la alimentación, puesto que nuestro organismo no los genera por sí solo. Por el contrario, los no esenciales son generados a través de nuestro organismo siempre y cuando tenga los nutrientes necesarios.
La Prolina es un aminoácido diferente respecto a todos los demás. Es el único que tiene el grupo amino como secundario y no como primario, lo que le da unas características especiales. Debido a esta estructura, deja de ser un aminoácido esencial y se formará a través del ácido glutámico.
¿Qué funciones tiene la Prolina en nuestro organismo?
La principal función de la prolina es la producción de colágeno de nuestro organismo. Para entender bien la importancia de la prolina, hay que saber qué es el colágeno y qué funciones tiene.
Así pues, la creación del colágeno a través de la Prolina tendrá las siguientes funciones
Mejorar la reparación de las articulaciones: lesiones deportivas (torceduras, esguinces…)
Cicatrización Tisular: lesiones como úlceras, quemaduras…
Protección cardiovascular: Puede disminuir el desgaste de colágeno arterial y prevenir enfermedades como la arterosclerosis.
Nutrientes que aumentan la efectividad de la Prolina
Vitamina B3.
Vitamina C.
Lisina.
Serina.
Treonina.
Ornitina.
Glutamina.
Fuentes naturales de Prolina
La fuente principal de este aminoácido son las carnes, huevos, lácteos y sus derivados, pero también puede ser estimulado o encontrado en:
Frutos secos: nueces, maní (cacahuetes), castañas…
Legumbres: Guisantes, frijoles…
Cereales: Centeno…
Verduras y hortalizas: nabo, zanahorias, remolacha, calabaza…
Algunas Frutas.