Rodeada de una multitudinaria feligresía, la Virgen recibió la bienvenida del pueblo en la plaza Macario Yépez.
Allí se pudieron escuchar las palabras de monseñor Antonio José López Castillo, quien en el marco de la nueva evangelización, usó la proclamación profética del Evangelio de Jesucristo en Venezuela, del Concilio Plenario, para llevar un mensaje a los fieles católicos, buscando la unión, la fraternidad y el incentivo de todo el pueblo de Dios hacia un verdadero sentido de pertenencia de la iglesia.
Gran parte del clero estuvo presente en la lectura de este exhorto, así como también el alcalde de Iribarren Alfredo Ramos y su señora esposa Carmen de Ramos.
El primer desafío que tiene la Iglesia en un ambiente de polarización como el que vive el país, es poder vivir un proceso de conversión y reconciliación del pueblo de Dios. Impulsar un diálogo fraterno, trabajando por el entendimiento entre todos los sectores.
Allí mismo, se destacó el desafío de propiciar la corresponsabilidad en la evangelización, buscar a los alejados desde la pastoral y fortalecer a los jóvenes en la fe.
“Debemos integrar la vida diocesana, la vida consagrada y el laicado como un todo. Promover la renovación de las parroquias para que se transformen en comunidad de comunidades, por la sectorización y pequeños grupos cristianos, favoreciendo la cultura religiosa de amor al prójimo”.