Como una tradición de la procesión de la Divina Pastora, la Orquesta Mavare rinde un sentido homenaje musical a la Pastora de Almas en la plaza Macario Yépez, entonando las canciones típicas de la música larense.
En esta oportunidad la bienvenida a Barquisimeto desde este punto de la ciudad se revistió de mayor importancia, ya que se trató de la serenata número 99 de la orquesta, que desde el año 1911 se encarga de brindar este regalo a la Divina Pastora.
Desde las 12:30 del mediodía, comenzaron los músicos a interpretar piezas musicales tradicionales y el repertorio de la Mavare. Pero fue hasta las 2:30 de la tarde, cuando la Virgen se encontraba pasando bajo el arco de la Sociedad Divina Pastora, cuando el tema “Endrina”, comenzó a sonar, canción considerada himno sentimental de los larenses.
Fue en ese momento cuando la feligresía recibió a su patrona con fervor y un aplauso que salió de los corazones de quienes en procesión acompañaban a la Virgen.
Luego, junto al coro del Seminario Arquidiosesano, interpretaron el Himno de la Divina Pastora, al cual se unieron los fieles en una sola voz.
Al emprender nuevamente la procesión, la Orquesta Mavare continuó su serenata, con una recopilación de los temas del compositor caroreño Feliciano Montes, con cinco piezas: “Empedrado”, “Tocuyana”, “Alma de mi vida”, “Mi pasión es amor” y “Caroreñita mía”, con las voces privilegiadas de tres integrantes de la comunidad universitaria de la UCLA como lo son Frank Montero, Pedro Vizcaya y Miguel Ángel Arapez.
Igualmente, el Dr. Edgar Gurmeitte, Voz de Oro de Venezuela en 1973, interpretó las emblemáticas “Como llora una estrella” y “Barquisimeto”.
Bajo un sol inclemente y un amor desbordante, la música sirvió para expresar una vez más la devoción a la Excelsa Patrona.