De una u otra forma todos somos maestros, basta con enseñarles algo en la vida otra persona; así pensaría cualquiera que no ha analizado lo profundo de ese gran apostolado.
No hay profesión alguna sin que antes haya pasado por las manos de un Maestro. Es que luego de papá y mamá o quizás por la ausencia de uno de ellos( incluso estando con vida) allí aparece Dios y pone ese niño en las mejores manos las de un Maestro (A). Que tristeza que aun hoy gobernantes nacionales, estadales, municipales o de cualquier rango o nivel no comprendan el rol significativo del maestro en la sociedad y lo mantengan en total descalificación, marginado en lo económico y negada su gran importancia en la sociedad.
A mis colegas maestros (a algunos no les gusta que los llamen así consideran que es bajar su categoría de profesor, magister o doctor siento pena por ellos porque justamente este nombre nos coloca en la misma profesión que el Maestro Jesús) les recomiendo la identificación plena con la majestuosa función que desempeñamos para que al final logren permanecer eternamente en el buen recuerdo de sus alumnos esa es la gran recompensa.
Víctor Ismael Vásquez Oviedo
Para todos los Maestros este Regalo
Enseñaras
Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo
Enseñaras a soñar, pero no soñarán tus sueños
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida
Enseñarás a cantar, pero no cantarán tu canción
Enseñarás a pensar, pero no pensarán como tú
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sieñen, vivan canten y piensen… ¡estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido!
Madre Teresa de Calcuta