Pensar – Venezuela 2014 (1)

El año 2013 fue sin duda un año difícil, la muerte del presidente Chávez trastoco todo el acontecer nacional. Ya la enfermedad y su última alocución de diciembre de 2012 anunciaban las dificultades políticas que se advenían. Nada fácil fueron estos primeros meses donde Nicolás Maduro asume como vicepresidente las riendas del país, desde la devaluación de enero de ese año comenzaron las incertidumbres y se profundizaron las controversias políticas.
La muerte del presidente el 5 de marzo paralizó buena parte de la nación.ConChávez se iba no solamente el líder más importante que ha tenido este país en toda su historia, por lo menos en la era republicana, quien no solamente comando a sus fieles seguidores sino también fue el centro de debate y aglutinamiento de la oposición política venezolana, por eso dijimos en varias oportunidades que Chávez era el líder del gobierno y también de la oposición. Para quienes aún tenían dudas sobre el liderazgo popular del presidente Chávez, las múltiples manifestaciones de dolor y afecto de millones de personas en la calle y la solidaridad internacional acabaron con cualquier duda.
En apenas un mes se organizaron nuevas elecciones, por cierto tal como a diario lo solicitaban los miembros de la oposición. Las elecciones se dieron el 14 de abril y fueron ganadas por estrecho margen por el candidato que Chávez había propuesto como sustituto: El vicepresidente Nicolás Maduro. Desde el 2012 ya se había iniciado una campaña feroz que hablaba de una división interna en el partido de gobierno y que enfrentaba fundamentalmente a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
El estrecho margen de la victoria de Maduro no fue reconocido por parte de un sector de la oposición que de inmediato llamó al fraude y a salir a las calles a “pagar su arrechera”, tal como la manifestó el candidato perdedor Enrique Capriles, trayendo como resultado 11 muertos, decenas de heridos y daños al patrimonio del país. Desde ese mismo instante se inició una campaña contra el recién electo presidente, que iba desde su nombramiento unilateral por parte de Chávez, su supuesta incapacidad intelectual y el ser un obrero sin formación académica, entre otras críticas.
Desde el mismo 14 de abril se vislumbróen las próximas elecciones de diciembre, que eran para la elección de alcaldes y concejales, como si se tratara de un plebiscito, como si fuera una nueva elección presidencial y no de carácter local. En Venezuela no existe la figura del plebiscito, sino y gracias a la propuesta de Chávez existe la figura de referéndum, con lo cual se puede sacar del poder, por mandato popular a los gobernantes en la mitad de su periodo.
El supuesto triunfo electoral que tendría la oposición el 8 de diciembre garantizaría el llamado a una constituyente en el 2014 y de esta manera salir del actual gobierno. Nada de esto sucedió ni sucederá, por carecer la oposición de la condición fundamental, que es contar con la mayoría de votos y afectos de la población venezolana, que aún lo tiene- y ahora sin ninguna discusión y con amplio margen- el proyecto político del actual gobierno.
Así como se declaró una guerra política, también se asumió una guerra económica. Sin negar las deficiencias económicas de este gobierno, con 15 años en el poder, no hay la menor duda de que intencionalmente se planificó profundizar el desabastecimiento, acrecentar una política de escases y de especulación, que además de los beneficios económicos produciría las lógicas molestias políticas y sociales que perjudicarían electoralmente al gobierno. A pesar de todos los daños que se le ha hecho a la población venezolana no se pudo lograr este objetivo político. Nuevamente los sesudos intelectuales de la oposición- que como lo han hecho durante 15 años- han pronosticado la peor de las crisis económicas, estallidos sociales, de igual o mayor magnitud que los de 1989 y por lo tanto el decaimiento del proceso revolucionario, han vuelto a equivocarse y se seguirán equivocando.
A finales del 2013, en el contexto preelectoral y ante la aprobación de la Ley habilitante, el gobierno lanza una contraofensiva económica atacando la especulación y dejando a la luz pública la demostración delo peor de la Venezuela rentista: del comercio especulador, la usura, la corrupción y la ineficiencia. Continuará…

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