Lejos del bullicio, el desorden y la contaminación que presentó el bulevar de la Avenida 20 durante los últimos días del pasado mes de diciembre, la principal arteria comercial de la capital de Lara presentó en las fechas previas a la visita de la Divina Pastora un panorama mucho más sosegado.
En un recorrido por la vía, que además funge como troncal exclusiva de circulación para la línea 2 del sistema Transbarca, se pudo observar que las acumulaciones de desechos sólidos que tapizaban muchas de sus esquinas han desaparecido, pese a que aún persisten algunos desperdicios regados en las aceras y brocales.
El cambio más resaltante es la ausencia de trabajadores de la economía informal, que según informan dependientes de diversas tiendas, cumplieron con su promesa de desalojar las aceras del bulevar luego de las fiestas decembrinas.
Salvo los expendedores de café, helados, confites y accesorios para teléfonos celulares -en su mayoría itinerantes- no hay vendedores ambulantes en la Avenida 20. Sin embargo, en las transversales permanecen los puestos de comida rápida.
La presencia de efectivos militares, muy fuerte durante el mes de diciembre, también mermó considerablemente. El bulevar actualmente es custodiado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Policía Municipal de Iribarren, adscritos al Plan 20.
En algunas tiendas se apreciaban colas de personas que esperaban aprovechar alguna rebaja de principio de año, o hallar algún remanente de las inspecciones que durante todo el mes de diciembre echaron abajo los precios de diversas mercancías, desde electrodomésticos hasta ropa y calzado.
“Las ventas han estado muy bajas en estos días. Además, tampoco tenemos mucha variedad que ofrecer a los clientes, porque estamos trabajando con lo que quedó de diciembre”, señala Luis Rondón, dependiente de una zapatería.
“Los buhoneros trabajaron hasta el 31 de diciembre. Desde entonces, no han vuelto a colocar sus puestos. Tenemos entendido que ese era el acuerdo que tenían con la Guardia Nacional y la Alcaldía. Sin embargo, esta época tampoco es muy rentable para ellos aquí en la 20, pues todo se concentra en Santa Rosa por la procesión de la Divina Pastora”, apunta.
Bajan los decibeles
La contaminación sónica también ha disminuido considerablemente en el bulevar. Al no establecerse vendedores ambulantes de discos compactos y películas, es muy poco el ruido que se produce en la vía.
No obstante, persiste el ruido que emiten los equipos de sonido de algunas tiendas.
Motorizados y peatones
en el canal de Transbarca
Una situación que hasta el momento escapa del control de las autoridades, es la circulación de peatones y motorizados en los canales establecidos para uso exclusivo del sistema de transporte masivo.
Asimismo, se observan motos estacionadas en el canal de Transbarca, pese a que a lo largo de la vía existen señales que prohíben expresamente tal acción, bajo pena de remolque del vehículo.
La presencia de transeúntes, motos y carretillas en la vía establecida para el transporte público, obstaculiza el paso de las unidades Yutong de Transbarca, obligando a sus conductores a realizar incómodas maniobras para esquivarlos.
