La vida privada de François Hollande acaparaba el lunes la actualidad en Francia, tras las revelaciones sobre la relación del presidente con una actriz y la hospitalización de su pareja Valérie Trierweiler, un día antes de una importante rueda de prensa presidencial.
En vísperas de esa conferencia de prensa, cuyo tema central debía ser la situación económica, Hollande se ve obligado a dar explicaciones, dado que esas revelaciones se producen en el peor momento para el presidente, que esperaba poner punto final a la página de un año 2013 catastrófico.
Cuando se preparaba a explicar el martes, ante 500 periodistas, su nueva política económica social-liberal, de la que esbozó las grandes líneas en su discurso de fin de año, Hollande se encuentra empantanado en un folletín que incomoda a sus partidarios y permite a la oposición denunciar un descrédito de la función presidencial.
El jefe de Estado no podrá evitar que se le hagan preguntas al respecto, aunque su equipo, al igual que el diputado socialista Jean-Christophe Cambadélis, señalan que los franceses no otorgan importancia a esta historia por considerar que lo que deben hacer sus dirigentes es «solucionar los problemas» de los ciudadanos y no «los problemas de pareja».
Pese a ello, Pierre Lellouche, exministro del gobierno de derecha de Nicolas Sarkozy, afirmó el lunes que le preocupan las posibles repercusiones de este asunto. «Cuando el país va mal, que nuestro presidente pase su tiempo haciendo eso es percibido como una prueba suplementaria de que Francia está decididamente más dotada para los chistes picantes que para las reformas económicas», dijo.
En cambio, otro dirigente de la derecha, el ex canciller y ex primer ministro Alain Juppé, consideró «odioso» que la prensa se inmiscuya e la vida privada del presidente. «Toda persona, incluyendo al presidente de la República, tiene derecho al secreto de su vida privada», dijo.
La tradicional indulgencia de los franceses con los amoríos de sus dirigentes es puesta a prueba esta vez por otra revelación, según la cual de departamento en que Hollande se reunía con la actriz Julie Gayet le habría sido prestado a ésta por otra actriz, Emmanuelle Hauck, que tuvo relaciones sentimentales con mafiosos corsos.
Desde las revelaciones del semanario Closer, Gayet no apareció en público ni hizo declaraciones a la prensa, sin embargo el lunes, su exesposo, el escritor y cineaste argentino Santiago Amigorena dijo que la actriz «está muy tranquila (…) ya que no hubo ninguna falta ni ningún engaño».