El ex primer ministro y hombre fuerte de la derecha israelí Ariel Sharon falleció el sábado a los 85 años en un hospital cerca de Tel Aviv, tras permanecer ocho años en coma.
Varias personalidades israelíes elogiaron al fallecido, pero dirigentes palestinos lo calificaron de «criminal».
«El ex primer ministro murió a la edad de 85 años», indicó la oficina del jefe del gobierno israelí Benjamin Netanyahu.
Poco después, el hospital Tel Hashomer, cerca de Tel Aviv, donde el exdirigente estaba ingresado anunció «con tristeza la muerte del ex primer ministro Ariel Sharon declarada hace una hora».
Varias personalidades israelíes elogiaron a Sharon, apodado «el bulldozer».
La memoria del ex primer ministro vivirá «para siempre en el corazón de la nación», afirmó Netanyahu.
«El Estado de Israel se inclina ante la muerte del ex primer ministro Ariel Sharon», declaró Netanyahu en un comunicado en el que expresa «su profundo pesar».
«Mi querido amigo Arik Sharon perdió su última batalla», lamentó por su parte el presidente Shimon Peres, llamando a quien fuera su adversario político durante muchos años por el diminutivo de «Ariel».
«Arik era un soldado valiente y un dirigente audaz que amaba a su nación y que su nación amaba», agregó Peres, asegurando que Sharon «fue una de los más grandes protectores de Israel y uno de sus más importantes arquitectos» y que «desconocía el miedo».
Por su parte, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, expresó su «gran tristeza».
Los palestinos tampoco tardaron en reaccionar a la noticia.
«Sharon era un criminal, responsable del asesinato de (Yaser) Arafat, y esperábamos que compareciera ante la Corte Penal Internacional (CPI) como criminal de guerra», dijo a la AFP el dirigente de Fatah Jibril Rabub. Fatah es el movimiento del presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas.
El movimiento islamista Hamas, en el poder en la franja de Gaza, calificó de «momento histórico» la «desaparición de este criminal con las manos cubiertas de sangre palestina».
Nacido en una familia originaria de Bielorrusia, Ariel Sharon mostró durante su dilatada carrera en el ejército, que inició a los 17 años y donde fue herido en dos ocasiones, un gusto por los métodos expeditivos.
Al frente de la unidad 101 de los comandos y después de las unidades de paracaidistas, lanzó operativos de castigo, el más sangriento se saldó en 1953 con la muerte de cerca de sesenta civiles en la localidad palestina de Kibia.
Sharon pasará a la Historia como el artífice en 1982 de la invasión del Líbano cuando era ministro de Defensa, y también como el jefe de gobierno que evacuó las tropas y a los colonos de la franja de Gaza en 2005.
Una comisión de investigación internacional concluyó que era responsable por no haber previsto ni impedido las matanzas de los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila en Beirut en septiembre de 1982, cometidas por una milicia cristiana aliada de Israel.
En 1983 tuvo que dimitir, lo que no le impidió convertirse en primer ministro en 2001 ni ser reelegido en 2003.
El estado de salud de Sharon, que cayó en coma en enero de 2006, cuando sufrió un ataque cerebral, se había deteriorado en las últimas horas y era crítico, según el último parte médico publicado el jueves.
El estado de salud de Sharon se venía deteriorando desde el 1 de enero pasado.