Después de ocho años deambulando entre varios planteles escolares, los alumnos de la Escuela José Félix Ribas de Cabudare, se establecieron en su nueva sede aún sin concluir.
El profesor Víctor Vázquez, subdirector de la institución, comunicó que comenzaron la mudanza desde la Escuela de Especialidades Luisa Cáceres de Arismendi y otra parte desde la Escuela Las Acacias, en donde permanecían hacinados para poder mantener la matrícula.
Resaltó que decidieron realizar la mudanza pese a que la infraestructura, en su primera etapa, aún le faltan numerosos detalles.
“Nos vinimos a este hermoso edificio ejecutado por la Gobernación de Lara, pero debido a la falta de otra planta y un sin número de detalles, tendremos que mantener la misma matrícula y el mismo personal”, dijo.
Los detalles en la edificación deben ser asumidos por la empresa constructora, que trabaja a paso lento.
Presupuesto asignado
Asimismo, Rivero indicó que existe un presupuesto ya asignado por el orden de un millón 500 mil bolívares, para la construcción de la cocina y la cancha deportiva.
“Todo el material para ejecutar ambas obras se encuentra en el sitio a excepción del cemento, lo que impide proseguir con la importante construcción”, acotó el docente, adicionando que la dotación del concreto para el Gobierno de Lara, tiene rasgos políticos que solo perjudica a los niños.
Cocina improvisada
Apuntó que improvisarán -en dos salones de la planta baja- el comedor y la cocina, con la intención de brindar el vital servicio a los escolares de esa populosa comunidad.
Los alumnos no podrán realizar actividades deportivas y recreativas en el plantel por la carencia de ese espacio.
Según Vázquez, la escuela continúa en emergencia dado que el mobiliario existente data de 40 años, en consecuencia esperan que FEDE se aboque a dotarlos.
Estimó que las clases se inicien luego del Día de la Divina Pastora.