Desde su adhesión a la Red Venezolana de Universidades por el Ambiente, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, de Barquisimeto, asumió la responsabilidad y el compromiso de prosperar en los próximos años en base a la concienciación sobre el futuro ambiental y su conservación.
A partir de 2013, la UPEL-IPB avanzó en base al proyecto institucional denominado: Hacia la construcción de un modelo de universidad sustentable; que enmarca entre sus líneas principales el deber de materializar, adoptar, fortalecer y emprender funciones fundamentadas en dimensiones sociales vinculadas a los valores, principios de la paz y la equidad; asimismo la ecológica con la preservación y la económica con el desarrollo respetuoso del ambiente.
El proyecto procura entre sus aristas concienciar a sus profesionales en materia ambiental y sobre todo en el uso racional de los recursos naturales dentro del campus universitario a fin de que repercuta a la comunidad externa.
Para ello, la UPEL junto a la Redvua, que dirige la UCLA, progresa en sus planes de implementar una serie de estrategias políticas democráticas, que buscan asegurar la sustentabilidad en las funciones de docencia, investigación, extensión, gestión y servicios, como medios para consolidar la responsabilidad social universitaria.
En tal sentido y en el marco de los planteamientos para promover la participación activa en la gestión ambiental, el IPB como organización que gesta el cambio, designó un equipo multidisciplinario encabezado por las profesoras Sandra García Flores y Ana Cecilia Reyes, jefa del departamento de Ciencias Naturales y coordinadora del proyecto, respectivamente, para intervenir en la realización de los esbozos hacia una política institucional ambientalista.
Esfuerzos y formación educativa-ambiental
La UPEL-IPB, alma mater de la formación docente, mostró en el año 2013 sus primeras acciones hacia la construcción de un modelo con misión sustentable, el cual tiene especial pertinencia con lo establecido en la cumbre de Johannesburgo en 2002 y por la UNESCO, en su reforma 2005-2014, donde se examina el papel y funciones de los institutos de Educación Superior en la promoción de temas y acciones esenciales para el logro de un mundo diferente.
Sandra García explicó que en materia de participación activa y transformación del individuo, la UPEL-IPB en conjunto con Fundación Ayamanes presentaron la primera edición de líderes ambientales, donde intervino tanto público interno como externo al instituto, quienes ahora se integran al verdadero grupo de protagonistas en el debate de temas relevantes para el futuro ambiental.
-En el año 2014, la agenda de trabajo planea la segunda edición de líderes ambientales, al igual que diversos talleres de formación para prevenir problemas en el ecosistema, los cuales incorporarán al personal universitario y docentes en formación en etapa de prestación del servicio comunitario, por citar algunos.
Resaltó que las iniciativas para la participación responsable están ganadas desde los directivos hacia la comunidad. “La adhesión a la Redvua y presentación del proyecto de universidad sustentable, es muestra del compromiso para crear escenarios que permitan discutir sobre la preocupación por el ecosistema. Ahora bien–dijo- iremos más allá, pues estamos ganados a que exista una mayor presencia en la academia, y para ello ya se encuentra diseñado un estado del arte para incorporar el aspecto ambiental al eje curricular en la UPEL-IPB.”
García Flores dijo que “dentro de la transformación curricular en la Universidad Pedagógica, se ha considerado dejar atrás el hecho de que el tema ambiental sea visto solo como una materia, y ahora se convertirá en un eje curricular que atraviese todas las líneas del conocimiento y acciones del saber”.
Institución y desarrollo
Con respecto a la promoción del pensamiento de desarrollo sustentable, es importante resaltar que es un concepto muy dinámico y evolutivo, que parte de modos de vida y culturas locales, y tienden hacia la visión de un mundo diferente, y que constituye el más grande reto de la humanidad para el nuevo siglo. (Conde, González y Mendieta,UAM-I).
Las instituciones universitarias como la UPEL se preparan en sinergia con su comunidad para emprender, en el año 2014, una cruzada hacia la gestión sustentable del campus universitario a fin de adaptarlo a la realidad de su problemática ambiental.
García apunta que inicialmente se trabaja para evaluar los cambios en los hábitos y dinámica en la que se desenvuelven el IPB. “El objetivo es funcionar con miras a crear un sentido de pertenencia más sostenible y así poder darle vida a las políticas ambientales”.
La docente universitaria explicó que en una primera fase ya se analizaron como precedente las políticas planteadas por el Instituto Pedagógico de Caracas. Ahora la comisión designada está trabajando en una evaluación de las condiciones del instituto para proponer el papel de su adaptación.
Entre los lineamientos examinados y que favorecerán una cultura de sustentabilidad ambiental en la UPEL-IPB, se encuentran:
1) Informar, formar y sensibilizar a la comunidad universitaria, promoviendo su participación activa en la gestión ambiental, en la mejora de la calidad del entorno y en la generación de iniciativas que coadyuven al cumplimiento de las políticas diseñadas.
2) Establecer convenios con diversas organizaciones interesadas en patrocinar el desarrollo de proyectos ambientales y fortalecer la formación de profesionales en esta área.
3) Generar acciones para reducir el consumo de agua y de energía eléctrica en los campus universitarios;
4) tomar las medidas necesarias para que los laboratorios de enseñanza e investigación, así como otras áreas de trabajo en las que se utilicen, generen o almacenen sustancias peligrosas, sean lugares seguros para trabajar;
5) Implementar un plan de gestión de riesgos institucional para hacer frente a amenazas de origen natural, tecnológico y antrópico que pudieran afectar la vida y los bienes del IPB;
6) evaluar periódicamente las instalaciones físicas para verificar que cumplan con la reglamentación en cuanto a protección ambiental, salud y seguridad ocupacional.
7) Difundir la Política Ambiental entre la comunidad y con todos los entes que guarden relación con la Universidad con el propósito de dar a conocer los compromisos adquiridos y establecer una mayor participación en la consecución de la misma y vigilancia a su cumplimiento. (…)
Retos y responsabilidad
Uno de los retos que afrontarán las instituciones de educación superior en esta cruzada proambientalista, es alcanzar un presupuesto justo que les permita la ejecución efectiva de talleres, cursos, investigaciones u otra estrategia de los planes de riesgo institucional que se construyen.
Al respecto, Sandra García dijo que en UPEL-IPB se convocó a todos los miembros de las distintas especialidades académicas para que se incorporen al proyecto como un todo. “Se prevé como próxima acción un taller de trabajo con una especialista del área de la Universidad de Carabobo y un encuentro con el profesor Jesús Aranguren, coordinador nacional del Proyecto UPEL.
Acotó que se seguirá compartiendo experiencias con el resto de las universidades hermanas que están activas en Redvua, a la vez que pondrán en práctica la formación de más estudiantes y personal docente, administrativo y de servicio. “Si formamos a nuestro capital humano para fomentar los modos de vida más sostenibles y desalentar los menos sostenibles, estaremos avanzando en la consolidación de los valores proambientales”.