Desde Ciudad Bolívar, viaja la familia Marcano para venerar de cerca a la Divina Pastora. Tienen una hija de condiciones especiales y, conservarla con salud, es el milagro que más le agradecen a Dios. Carmen Marcano, madre de la chica de 22 años, se hizo devota de la Pastora de Almas, gracias a la fe transmitida por su esposo que sí es nacido en la capital musical.
“Cada mes de enero, venimos al santuario de la Virgen para agradecer su intercesión ante el Señor; mi hija es especial y, desde el mismo momento de su nacimiento, hemos sentido la mano protectora de María bendiciéndonos”, expresó este martes cuando oraba frente a la imagen, en la parroquia Santa Rosa de Lima.
Se trata de un fervor que no conoce límites. Cada vez son más las personas que acuden a la iglesia para encontrarse con la Madre del Buen Pastor. También son incontables las peticiones concedidas gracias a la mediación de la Bienaventurada.
Una fiesta espiritual, se vive en el pueblo, en medio de los cristianos católicos, atraídos por las virtudes de la sencilla joven de Nazaret que, por designio del Altísimo, dio a luz al Salvador bajo la gracia del Espíritu Santo.
Se pone en riesgo la imagen
Si bien fue una sorpresa que la Divina Pastora, estuviera entre sus fieles, la misma noche del seis de enero y, no ayer como era costumbre, se sintió a la vez una preocupación entre los devotos.
Se trata de la colocación de la Excelsa Patrona en el trono, sin el protector acrílico, lo cual pudiera ocasionarle daños.
Preocupación que además manifiesta el padre Pablo Fidel González, antiguo párroco de la iglesia de Santa Rosa, quien por más de 20 años cuidó de la imagen que data desde el año 1736.
“El acrílico no es un capricho mío, sirve para proteger a la imagen: desde el polvo hasta de las acciones de algunos incrédulos porque así como le tiran flores a la Divina Pastora, hay lugares donde le arrojan monedas u otros objetos”.
Asimismo, las personas de la tercera edad y niños que acuden al templo no alcanzan a saludarla cercanamente, porque fue colocada en una base muy alta; mientras que aquellas personas con mayor estatura y quienes sí pueden alcanzar a la imagen, agarran a las ovejas y vestido de la Virgen, lo cual también pudiera representar riesgos.
Aunque es valiosa la labor de los integrantes de la Cofradía de la Divina Pastora, a cargo precisamente de cuidar la imagen dentro de la iglesia, no se dan abasto entre los numerosos devotos que intentan tocarla.
Por otro lado, el padre Pablo Fidel González, informó que el trono que conserva la imagen de la Pastora es el mismo donado en el centenario de su procesión y sería apenas la base que lo sostiene, la única pieza recientemente restaurada.
“Cuidemos la imagen, es una tarea de todos los devotos. María, madre del Buen Pastor, nos ama y cuida mucho, por esa razón, debemos devolverle la misma entrega”.