Culminando la Misa de Sanación, en la iglesia de Santa Rosa, presidida por el padre Rafael Chávez, ocurrió un hecho inédito. La Excelsa Madre, Divina Pastora, fue bajada de su nicho, un día antes de lo previsto y colocada con mucho amor y serenidad en su trono restaurado donde recorrerá, en su visita 158, las calles de Barquisimeto el venidero 14 de enero.
La gran sorpresa que tenía el párroco Chávez, se sintió a las 9:30 de la noche, cuando las luces del templo de Santa Rosa fueron apagadas.
“Cierren los ojos, es un momento de profunda oración. María te amamos, bendita seas… Gracias Madre”, expresaba el padre Chávez y en medio del canto del Ave María se empezaron a escuchar los aplausos de los feligreses.
Del lado izquierdo de la iglesia, se podía apreciar la silueta de la Divina Pastora, en hombros de sus celadores.
En un recorrido lleno de fe, esperanza y una energía única, los feligreses elevaban sus manos con lágrimas de felicidad en sus ojos por observar, tan de cerca, a la Excelsa Madre, en medio de un cordón de seguridad por parte de representantes de la Cofradía Divina Pastora.
A las 9:45 p.m llegó a su nicho en medio de la Iglesia. Cinco minutos después encendieron las luces y se pudo ver la hermosa imagen de la Divina Pastora vestida de color mostaza y una capa de color beige con símbolos de las manos del Espíritu Santo, palomas y un corazón.
A las 10 de la noche fue culminada la celebración de la eucaristía y revelada la sorpresa del padre Chávez.
Los feligreses estaban emocionados. Oraban, se persignaban y gravaban la imagen de la Virgen con una captura fotográfica de sus dispositivos móviles.
El templo estaba tanto adentro como en sus adyacencias repleto de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, fieles devotos de la Excelsa Madre. La gran mayoría pedia por la paz, unión y prosperidad de todos los venezolanos. Hoy la imagen podrá ser vista de cerca por los feligreses, en su santuario, sin cristales ni acrílicos de por medio.