“Un optimista ve la oportunidad en cada calamidad, un pesimista ve una calamidad en cada oportunidad” Winston Churchill.
Richard Wiseman sicólogo ingles, señala que para ser afortunados, entre otras cosas, se necesita estar en grado de ver el lado positivo de cualquier desgracia que nos ocurra. Recalca que es fundamental no persistir sobre los eventos negativos, más bien ir más allá. Es útil tratarlos como experiencias que enseñan algo. Se puede ser desafortunado en algún momento de la vida y afortunado en muchísimos otros, asegura el.
Por otro lado la sicóloga Anna Zanon, señala, “que algunos han tenido unos padres que valorizan el talento de sus hijos y les transmiten el optimismo y la confianza en si mismos. Estos niños probablemente, habrán interiorizado una actitud en relación a la vida, que los llevara a tener éxitos y una vida feliz. Sin embargo, todos podemos aprender a convertirnos en afortunados, cultivando la creatividad, la confianza y la capacidad de ver y utilizar los recursos que poseemos”
Lamentablemente, la sociedad de hoy nos lleva a querer, todo y rápido. Y así un gran golpe de suerte, como podría ser una ganancia de dinero, es vista como un atajo para el éxito. Pero la verdadera fortuna, no es una ganancia de dinero rápida, pero si la capacidad de mejorarnos. Nos hace estar bien, no tanto aquello que nos cae del cielo, mas bien aquello que lo hemos sudado y ganado a un alto precio.
Como decía Woody Allen “El 90% del éxito, simplemente se basa, sobre la perseverancia”
Por eso mas allá, de las subidas y bajadas de la suerte, lo que hace la diferencia no es la fortuna, o el destino, etc., pero si, nuestra capacidad de capturar las oportunidades y convertirlas a nuestro favor.
Es necesario cultivar el optimismo, por eso, el que piensa que existe una solución a un problema determinado, lo encontrara primero, que aquel que piensa de antemano que no existe una solución; debemos ser flexibles, sin fijarnos rígidamente, sobre los objetivos que queremos alcanzar.
Por lo tanto, si no tenemos expectativas rígidas de cómo deben ser las personas o las situaciones, será más fácil darnos cuenta, de la potencialidad de las mismas.
El mejor comportamiento para atraer la buena fortuna, es el no tener miedo de probar cosas nuevas, pero sobretodo, cultivar una rica red de relaciones sociales. Cuantas veces la solución de un problema, de empresa, personal o de trabajo, llega gracias a un amigo o a un amigo de un amigo.
Debemos tener, claro conocimiento de nosotros, capacidad de pedir ayuda, de usar incluso la negatividad, de tener equilibrio interior y humildad.
Debemos entender que la suerte no dura mucho, porque no depende de ti, en cambio la buena fortuna, es creada por nosotros y por eso dura para siempre, muchos son aquellos que quieren tener buena fortuna, pero solo pocos los que deciden buscarla.
Recuerda que si ahora no tienes buena fortuna, podría deberse al hecho de que las circunstancias son las de siempre, por eso para que llegue , se deben crear nuevas circunstancias, debemos preparar circunstancias favorables a la buena fortuna, no significa, buscar solo tu propia ventaja, se deben crear circunstancias que den ventajas incluso a los demás, eso atrae la buena fortuna, por supuesto no dejas para mañana la creación de las circunstancias favorables para ella, ya que lo mas seguro, es que no llegara nunca.
Busca en los pequeños detalles, circunstancias aparentemente no necesarias, pero imprescindibles.
Recuerda, quien se dedica a crear oportunidades, no se preocupa de las casualidades.
La buena fortuna no esta en venta, debemos desconfiar de los vendedores de la buena fortuna.
Cuando hayas creado todas las circunstancias favorables, debes tener paciencia y no renunciar, debes tener confianza que llegara.
Definitivamente, crear buena fortuna, significa predisponer las circunstancias favorables para tomar una oportunidad. Pero las oportunidades no dependen de la casualidad, están siempre a tu alcance.
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