“Un nuevo amanecer”
Así como en la contabilidad y el mundo empresarial existe un cierre contable, el 31 de Diciembre se convierte en el cierre de un año para cada uno de los seres humanos. Inevitable pensar, meditar, revisar, amanecemos en una introspección que nos lleva inevitablemente a hacer un balance que sólo en nuestra conciencia sabremos si fue positivo o lleno de oportunidades de mejora.
Desde nuestra imperfección como seres humanos cometemos errores, y al hacer el balance lo importante es reconocerlos y tener el verdadero propósito de enmienda. Sólo así lograremos crecer espiritualmente, crecer como personas y alcanzar un peldaño más en la escalera del tránsito terrenal llamado vida, y desde nuestro corazón nos perdonamos a nosotros mismos en primer lugar y estaremos en capacidad de ofrecer nuestras disculpas a quien pudimos haber afectado con nuestras acciones.
Por nuestra mente pasan también aquellos buenos momentos en los cuales tuvimos la dicha de compartir momentos importantes con nuestros seres queridos: sus cumpleaños, sus momentos importantes, los reencuentros con familiares o amigos que teníamos años sin ver! ¡Definitivamente momentos muy agradables!
También vienen a nuestra memoria aquellas personas que durante el año en curso se fueron a la siguiente dimensión de la vida, y la nostalgia nos invade por momentos. Incluso recordamos a quienes se fueron antes pero que su huella quedó marcada en forma indeleble en nuestros corazones, en nuestras mentes, en nuestra existencia y que siempre llevaremos en nuestros recuerdos: ¡Cómo nos gustaría darles un abrazo de año nuevo otra vez!
En la casa de cualquier venezolano es un día de escuchar a la Billo´s Caracas Boys y las voces de sus cantantes de gloria con los temas que desde siempre engalanan nuestras navidades: “un año que viene y otro que se va…” o “faltan 5 pa´las 12” que simboliza esa típica costumbre venezolana de dejar todo para última hora y volar en esos 5 minutos antes del cañonazo!
Es una noche en la que las costumbres gastronómicas venezolanas nuevamente se exaltan: las hallacas, el pan de jamón, el pernil, las 12 uvas, las lentejas, el dulce de lechosa o el dulce de leche, por mencionar sólo las más relevantes.
También vienen a mi mente los momentos de mi infancia cuando podíamos patinar en la calle, cuando se escuchaban en vivo grupos de parrandas navideñas que iban de casa en casa cantando y llevando alegría a los vecinos.
¿Cómo no recordar a mi abuela María limpiando sus LP´s de la Billo´s, de Los Melódicos, de la Dimensión Latina, con un pañito preparándolos para escucharlos la noche de fin de año en su “picó” Phillips de la época? En aquél entonces los fuegos artificiales se limitaban para nosotros en luces de bengala y los más grandes unos pocos triquitraques.
En fin la noche del 31 de diciembre se convierte en una especie de retroceso de la película para inmediatamente avanzarla a máxima velocidad, y durante esa rápida proyección se destellan los momentos más impactantes en nuestras vidas, esos puntos de inflexión que los convirtieron en una especie de valle-pico que resaltan del resto, y alguna experiencia o enseñanza nos dejaron.
Lo más importante de la noche del 31 de diciembre es mirar al firmamento y darle infinitas gracias a Dios, por todas sus bendiciones, por todo lo bueno que nos ha dado, por la vida, por nuestra salud, por nuestras familias, por nuestro trabajo, darle gracias incluso por aquellas cosas que no fueron agradables para nosotros porque a través de ellas nos envió una enseñanza.
Los seres humanos basamos nuestras decisiones en lo conocido, en la certeza, en las experiencias anteriores. Un nuevo año conlleva incertidumbre, implica expectativas, a veces temores. Pero con la confianza de nuestras habilidades, con la conciencia de nuestros valores, con la fuerza de nuestra fe debemos recibir ese nuevo año con esperanza, con alegría, con el permanente sueño de un mañana mejor!
Nadie dijo de la tarea de afrontar el 2014 será fácil. Pero definitivamente nuestras acciones reflejarán nuestras creencias! ¡Somos el dueño de nuestro destino! ¡Feliz año 2014!
