Una de las cinco bandas de antisociales armados que opera en Río Claro asesinó a mansalva a un trabajador, ayer en la madrugada, cuando conducía su vehículo, un Fiat Ritmo negro, por la avenida Libertador, frente a la escuela Boyuare, hacia Barquisimeto.
Al comenzar a ser atacado a tiros, al parecer, perdió el control del volante y estrelló el automotor contra una casa, ubicada en una esquina, donde antes funcionó una venta de verduras.
La víctima fue identificada como Antonio Rafael Galíndez, de 57 años, padre de cinco hijos (tres mujeres y dos hombres), quien además de dedicarse a la caficultura con sus hermanos en una finca, trabajaba como guachimán en la escuela Antonio Ricaurte, de Guayamure.
De este caserío había salido a las 4 de la madrugada para Barquisimeto, con el fin de comprar tres bidones de gasolina que requerían las máquinas utilizadas para el cultivo de café, según informó su hermano, Marcos Galíndez.
Pocos minutos después se accidentó el Fiat y hubo necesidad de hacerle un arreglo, prosiguiendo su viaje.
Yo me vine en un camión luego, contó Marcos, y llegando a la entrada de Río Claro me conseguí con el triste caso de la muerte de mi hermano.
Se presume que este trabajador, una vez que le hicieron los primeros tiros para que se detuviera, uno de los cuales impactó en el vidrio trasero del auto, perdió el control del volante y no pudo evitar que el vehículo se estrellara contra una casa.
Igualmente es presumible que haya salido a enfrentar a los malhechores con un machete, porque este tipo de instrumento de trabajo quedó muy cerca de su cadáver que yacía al lado de una de las aceras de la avenida Libertador.
Los antisociales lo remataron en el suelo, disparándole al rostro.
Vecinos del sector, quienes no quisieron dar a conocer sus identidades, dijeron que escucharon más de una docena de detonaciones.
Los causantes del asesinato, según trascendió, pueden ser los integrantes de la banda de Boyaure, conformada en su mayoría por adolescentes que suelen atracar a los conductores de los rapiditos y a los transeúntes en tempranas horas de la mañana.
Igualmente se conoció que esta y las otras bandas conocidas como la de El Cementerio, La Cuchilla, La Palomera y Cerro La Cruz, mantienen en continua zozobra a la población de Río Claro, cuyo comando de policía tiene muy pocos efectivos y además deben cuidar a 17 reclusos no recibidos en Uribana.