Especialistas vaticinan el inicio de una tormenta económica

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El panorama económico para el 2014 es bastante complejo, pronostican especialistas en economía y política, porque el modelo que ha venido estableciendo el Ejecutivo Nacional impide bajar la inflación, considerada la más alta del mundo; la producción nacional se ha reducido en forma tal que el 80 por ciento de los alimentos que consumimos viene del exterior; las reservas internacionales han mermado sustancialmente y la escasez de dólares está obligando a nuevas devaluaciones, además de que ya se anuncian aumentos en el precio de la gasolina e incremento de tarifas en el servicio eléctrico.

La situación política no variará, porque todo indica que se mantendrá la división entre las dos fuerzas principales (chavismo-madurismo contra los factores de la Mesa de la Unidad Democrática), porque la reunión del pasado miércoles 18 de noviembre entre el jefe del Gobierno nacional con los alcaldes y gobernadores de oposición, tal como lo dice el doctor Américo Martín, conocido dirigente político y analista, “era inevitable como también era inevitable que no llegará a nada”.

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Inevitable, explica, porque el Gobierno tiene en sus manos de verdad un problema demasiado grave y no le quedan sino dos caminos para enfrentarlos: uno, eliminar a medio país, silenciarlo con la fuerza y la represión; y el otro, dialogar y entenderse de alguna manera con esa otra mitad del país.

Reprimirlo y acabar no ha podido hacerlo, ni lo podrá hacer, ni tampoco ganará nada con eso, porque crear una resistencia contra el Gobierno, acrecentada frente al panorama gravísimo que va a vivir Maduro -que no lo sabe manejar en este momento, difícilmente aprenderá en lo que le falta-, lo forzó a ir contra sus propias palabras y provocó esa reunión, indica. Pero, como no está preparado para hacer concesiones, ni para escuchar lo que los alcaldes de oposición iban a decir, todo quedó en frases.

No debe pensarse que esa iniciativa, observa, fue una trampa, sino un paso inevitable que no llegó a sus últimas consecuencias porque Maduro no está preparado, debido al caudal de odios desatados y ataques brutales para hacer concesiones, como las normales, que pide la gente.

Complejo panorama
económico
No mejorará la situación política, pero tampoco podrá existir una realidad distinta en lo económico, sostuvo el doctor Orlando Zamora, ex funcionario del Banco Central de Venezuela y asesor financiero. El Ejecutivo Nacional no le está dando transparencia a las ideas, propuestas o proyectos que tiene. Más confusión han introducido las recientes declaraciones de Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo, presidente de Pdvsa y vicepresidente para el Área Económica, en el sentido de que Cadivi se va a mantener un tiempo más y, por lo tanto, no habrá asignaciones distintas a las que se produzcan. Ha anunciado “otro mecanismo y otra estructura para la asignación de divisas”, pero no los ha precisado.

Lo anunciado por Ramírez fue un paquetazo al mejor estilo neoliberal, de acuerdo con el criterio del doctor Salomón Centeno, economista y diputado a la Asamblea Nacional. Ese paquete contiene devaluación, aumento del precio de la gasolina e incremento en la tasa de los servicios.

Aunque el mencionado ministro trate de pulirlo al decir que no está aumentando el precio sino reduciendo el subsidio, los efectos para el consumidor serán los mismos, ya que tendrá que pagar más por el combustible.
Con ese paquetazo se va a afectar considerablemente la calidad de vida de los venezolanos porque significará un duro golpe al bolsillo, por cuanto la devaluación marcará un precio mayor para las importaciones en este país que está convertido en importador por excelencia, resalta. Porque será inevitable que el valor del dólar se incrementará en relación con los últimos meses.

El Gobierno estimó como premisa presupuestaria de este año, que está por terminar, una inflación entre 14 y 16 por ciento, pero concluye sobre 50, manteniendo los mismos desequilibrios estructurales de la economía para el año que viene, estimando la inflación entre 24 y 28 por ciento. Pero, al no hacer las correcciones, el índice inflacionario será superior al 2013.

En este orden de ideas, el doctor Zamora considera que la situación se tornará más incierta en lo que respecta al área de la parte cambiaria, porque ahora la subasta es un mecanismo de asignación aleatoria, discrecional, no constante. Quedan, entonces, grandes dudas sobre cómo se va a abastecer la demanda de divisas para el sector productivo nacional.

La parte cambiaria es importante porque ella resume un poco el resto de factores que están perturbando la marcha de la economía.

Esos factores están relacionados con una política del manejo del presupuesto fuera de todo control, así como una actitud de copar las divisas y dirigirlas a los proyectos que el Estado le ha dado prioridad.
Eso ha conllevado a que Pdvsa, el principal factor de perturbación, tenga el impacto de grandes obligaciones que van más allá de su actividad económica.

Esa empresa ha reducido su capacidad de producción, pero está sometida a unas exigencias, que no es posible cubrir. Esto ha perturbado mucho porque Pdvsa debió recurrir durante los años 2011, 2012 y 2013 al financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV).

La política expansiva de dinero que desarrolló el BCV ha llevado la condición monetaria a una situación insostenible, es decir, hay un exceso de liquidez en el sistema financiero y en las reservas del BCV que crean una enorme capacidad de compra sin que existan los elementos de bienes y servicios que puedan satisfacerla.
Es por ello que la población venezolana tiene capacidad de compra, pero la producción de bienes se ha reducido. En principio, por la destrucción del aparato productivo interno.

No tuvimos conciencia de lo que pasaba porque las importaciones cubrían las expectativas, pero eso ya no es posible.

Tenemos varios factores preocupantes: pérdida de la capacidad de importar, porque el Estado genera las divisas, pero también las consume. Y el excedente, para el aparato productivo, es muy limitado. El déficit fiscal vuelve a colocarse en el 15 por ciento, porque el presupuesto elaborado está sobre una base de más allá de los 600 mil millones de bolívares, que es una cifra asombrosa. Esto indica que el Estado está consciente de que no va a tener aportes de financistas externos, sino que dependerá de sus propios gastos para construir la actividad económica inmediata.

La política económica ha sido poco consistente, poco planificada. Tenemos, por tanto, varios factores a considerar:
1) El factor productivo. La pérdida de la capacidad de producción por la reducción de empresas, controles de precio y por los controles de costo que imposibilitan que los empresarios puedan trabajar sin cubrir los márgenes de ganancia suficientes para mantenerse en el negocio.
2) El déficit fiscal que se vuelve a ubicar en el 15 por ciento para el año próximo.
3) Exceso de dinero en circulación.
4) El problema cambiario. Da la sensación de que el Estado opta por asignar divisas bajo subasta. Esto indica que el cien por ciento de las transacciones van a pasar a subastas.
5) El aumento de las tarifas está cantado. Ya se da como un hecho que se va a producir un aumento en el precio de la gasolina. Igualmente subirán las tarifas eléctricas, que el gobierno llama corregir subsidios; pero, eso es un aumento lineal de consumo energía eléctrica. La unidad tributaria va a dar el brinco más grande de los últimos años, porque la tasa tributaria se calcula en función de la inflación del cierre al año anterior. Y esta inflación va a cerrar sobre el 50 por ciento. No cree el doctor Zamora que la tasa tributaria aumente el 50 por ciento, porque llegaría a los 200 bolívares. Lo más probable es que el alza sea de un 30 por ciento, y aún así va a exceder los 150 bolívares.

Todo esto ha distorsionado la relación económica, lo que produce un impacto en la inflación cercano al 50 por ciento. Los expertos indican que esa situación se va a mantener. A pesar del optimismo del Gobierno, que habla de un 28 por ciento de inflación, los expertos la colocan más allá del 45 por ciento.

El cuadro es muy adverso, porque es una perfecta tormenta la que se está diseñando y el Estado le va dando largas, va tomando pausas y generando más incertidumbre en la parte cambiaria, en cómo se va a confrontar el problema de la producción y cómo se va a enfrentar la inflación. Se acrecientan las dudas al respecto.

Inflación 

La inflación es terrible porque no tiene distingos, entre pobres y no pobres. Es la pérdida de compra del poder adquisitivo, expresa el doctor Zamora. Esta realidad viene dada por la escasez de bienes y el exceso de dinero circulante, es decir, la gente podrá tener dinero en sus manos, salario mínimo de tres mil bolívares, asignaciones especiales; pero, cuando acude al mercado se encontrará con bienes que han escapado a los precios.

La inflación no es como la ve el Estado, que sigue señalando que unos determinados bienes suben por especulación.

La inflación es un proceso generalizado, sostenido, donde todo o casi todos los precios varían.
Y el Gobierno perdió el control hasta octubre cuando tuvo la mágica idea de bajar los precios de algunos bienes, mediante decreto, para producir un impacto.

Este fenómeno de inflación se ha escapado de control porque es masivo.

Aumento de la gasolina

Elevar el precio de la gasollina es una medida racional; pero, debiera estar acompañada por otras disposiciones, como por ejemplo, que Pdvsa deje de invertir en obras fuera de Venezuela; que revise su plan de ventas de petróleo a crédito de 25 años, porque ese es un daño enorme que le ha hecho la empresa al país porque acumula más de 40 mil millones de dólares en cuentas que no puede cobrar.  Están retenidas porque su cobro es muy lento y la industria no tiene flujos para operar.

Circulante

Para el 13 de octubre había más de un millón de millones de bolívares (para entenderlo más claramente, el número 1 seguido de doce ceros) estaban en el torrente circulatorio, que están buscando bienes.
Pero esa cifra debe estar mucho más arriba, porque han transcurrido dos meses más.

La liquidez monetaria, que está en manos del sistema financiero y dentro del Banco Central, incluyendo los billetes emitidos por esta institución, excede el billón de bolívares.

Los técnicos han venido alertando que esa enorme cantidad de dinero es la principal piedra de tranca para frenar el fenómeno inflacionario.

Este hecho ha llevado al Estado a que siga elevando el encaje, el cual ha sido situado en el 20 por ciento. Esto quiere decir que el BCV tiene represada la quinta parte de esa masa de dinero en un esfuerzo desesperado por controlar la inflación.

Sin embargo, para tratar de suplir la no presencia del Estado con medidas ciertas ciertas y correctas.
¿Cuáles serían esas medidas? Reducción del gasto superfluo y que el gasto sea efectivo; esto es que genere recursos y sea bien conducido.

Ha habido reducción de algunas partidas del presupuesto, incluso para la Gran Misión Vivienda; y ha aumentado otros, como la seguridad y los militares. No se está haciendo una selección de gastos, desde el punto de vista de la eficiencia.

Tiene que haber un tipo de cambio creíble. Si el gobierno sale con un tipo de cambio de 14 ó 15, no puede serlo, porque tiene que haber un punto de equilibrio.

 

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