Lucha de clases en Venezuela

En la época actual no existen clases diferenciadas en el país. Sólo existe un desequilibrio en cuanto a los  ingresos económicos de la mayoría, pero esta distorsión es responsabilidad de quienes dirigen las políticas públicas.
Somos iguales, compramos en los mismos supermercados, estudiamos en las mismas instituciones, sin más limitaciones que las que nosotros mismos nos impongamos. El discurso político usó como  estrategia, la división de clases en el país y mucha gente ingenua compró ese mensaje. La división que se ha querido imponer es la de ricos y pobres, pero esa desigualdad ha existido siempre, en todas las sociedades. Sólo  comunidades primitivas, podrían tener una repartición equitativa de “riquezas”, porque se recolecta o se caza para todo el grupo, lo necesario para comer un día, dos, una semana. No hay excedentes en dichas sociedades, porque  no hay agricultura. En las más avanzadas, cosechan mayor cantidad de alimentos,  guardan  excedentes y ellos se  comercializan para obtener ganancias.
No podemos volver atrás. Luego que una sociedad ha evolucionado a otro estadio social, económico, político es imposible retroceder. Las sociedades progresan, van escalando etapas, hasta que llegan a la cúspide, a la mayor estabilidad que representa mejoras económicas, de salud, educación, y sociales en general. Después que llega a un estado de florecimiento, de prosperidad, bonanza alto  y ello se pierde por alguna razón, quienes conocieron esas bondades,  emigran, ya que  volver  hacia atrás no es lo normal. Entonces, regresar  a etapas superadas no es lógico, que nos quieran poner a pelear, a tener odios, resentimientos con quien más tiene, en vez de decirnos, cómo producimos todos -si eso es lo que nos causa felicidad-  es volver a etapas superadas. Aquí cualquier pobre, estudia, trabaja y escala posiciones para llegar a tener todo lo material que desea.
Por otro lado, el hombre está en la tierra para aprender a amar, para crecer espiritualmente y el odio, la mentira, la envidia nos envilecen, nos hacen menos humanos y  bajar de categoría. Por lo tanto, no debemos  comprar mensajes de esa naturaleza. Debemos  alejarnos de quien  mete cizaña, quien nos descalifica o  nos echa a pelear con nuestros propios hermanos. Afirmar que los ricos son los responsables de nuestras calamidades es algo completamente falso. Todos podemos y debemos prosperar para ello, el trabajo debe ser bien remunerado, debe haber igualdad social para acceder a servicios públicos de alta calidad, con alta eficiencia. ¿Por qué no se centran en lograr eso?
¿Cómo algún representante del gobierno puede hablar mal de un sector cuando es él quien lo dirige, quien lo gerencia?,  si algunos  se está enriqueciendo a costa de los más humildes, es el estado quien debe  accionar para que se restablezca el equilibrio con los medios adecuados para ello,  que son las leyes y las instituciones. Por lo tanto, agredirlos verbalmente es una trampa caza bobos, porque los gobernantes no están para criticar, ni para agredir sino para actuar legalmente, porque  son quienes dirigen las políticas públicas, su ejecución. Los ciudadanos somos responsables en cuanto a vigilar que se cumplan las normas y leyes. El poder radica en el pueblo, somos los llamados a ejercerlo. Tampoco debemos hablar mal de los gobernantes, si fuimos quienes los elegimos, debemos sólo reclamarles el cumplimiento de su deber, para ello contamos con lo que la ley nos dicta. Debemos acudir a instancias de regulación y control de poderes para que nos escuchen. Por lo tanto, todo lo malo que ocurra dentro de esta sociedad es responsabilidad compartida. No debemos  eludir nuestra parte.
En cuanto a la lucha de clases,  puedo asegurar que podemos llegar a donde deseemos, por lo tanto, despreciar a algunos o  engrandecer a otros no es el camino. Todos somos valiosos en esta sociedad, desde quien tiene profesión hasta quien  es analfabeta. La Constitución dice que somos iguales, y ¿quién debe hacer cumplir este derecho?, los gobernantes, ¿Quiénes debemos reclamarlo?… los ciudadanos. Entonces, si hay desigualdades, son ellos los responsables. Luchemos por conseguir el  bienestar de todos, no debemos ser indiferentes ante lo que pasa. La lucha de clases y el imperio es un discurso fabricado, organizado de división, odio y  envidia, para que  olvidemos  amar, ser felices, o  buscar nuestro progreso material y espiritual.
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