Fuerzas de seguridad iraquíes mataron a 55 combatientes de un grupo vinculado con Al Qaida, este sábado en dos operativos cerca de la ciudad de Ramadi, dijo a la AFP el comandante del ejército nacional.
El general Ali Ghaidan Majeed indicó que 25 combatientes del grupo Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL), afiliado a la red Al Qaida, fueron abatidos en un primer operativo y otros 30 en un segundo ataque.
«Decenas de hombres armados murieron hoy durante dos operaivos de seguridad «, destacó Ghaidan Majeed.
En el primero, cerca de la ciudad de Ramadi, «el objetivo fue un grupo del ISIL, del que 25 de sus miembros fueron abatidos», señaló. El segundo fue «contra una gran concentración de miembros del ISIL, cerca de Garna, en el que murieron treinta», añadió, refiriéndose a este lugar cercano a la ciudad de Faluya.
Los combates entre insurgentes y fuerzas de la seguridad empezaron el lunes en Ramadi a raíz del desmantelamiento de un campamento de sunitas opositores al gobierno, que lo consideraba como un «nido de Al Qaida». La violencia se propagó después a Faluya.
Los insurgentes se apoderaron de sectores enteros de ambas ciudades, y la intensidad de los combates recuerda a los registrados en 2003 tras la invasión de Estados Unidos.
Este sábado, un alto funcionario de la seguridad en la provincia de Al Anbar dijo que Faluya había quedado bajo absoluto control del ISIL.
Los enfrentamientos entre la policía y miembros de tribus aliadas por un lado y militantes del ISIL por otro, han provocado más de 100 víctimas mortales, 71 combatientes de Al Qaida y 32 civiles, aunque no hay ningún balance oficial.
La provincia de Al Anbar, con mayoría de su población sunita, se ha convertido en el último año en el epicentro de las protestas contra el primer ministro, Nuri Al Maliki, un chiita acusado de acaparar el poder y marginar a esta comunidad.