El Rally Dakar Sudamérica se puso en marcha el sábado con una largada simbólica en la ciudad argentina de Rosario para una carrera de unos 9.000 kilómetros por Argentina, Chile y Bolivia, país este último en el que la acción podría verse entorpecida si se cumple una amenaza de indígenas de bloquear el salar de Uyuni por cuestiones ambientales.
A bordo de un cuadriciclo, el boliviano Walter Nosiglia, precisamente, abrió la ceremonia frente al histórico monumento a la Bandera en esta ciudad portuaria, cuna entre otros de Lionel Messi y Ernesto «Che» Guevara.
Los vehículos pasaron ante una multitud como si fuesen modelos en una pasarela y sin exigir sus motores, para volver luego al punto de concentración.
La carrera propiamente en sí arrancará el domingo antes del amanecer con la primera etapa que unirá Rosario con San Luis. La prueba finalizará el 18 de enero en la ciudad chilena de Valparaíso.
Un pueblo originario boliviano, aimará, haría la protesta en reclamo de una licencia ambiental para que esa prueba pueda transitar por terrenos bolivianos como el Uyuni, una especie de mar donde abundan los flamencos. Este salitral tiene una superficie de unos 12.000 kilómetros cuadrados y se ubica a unos 3.600 metros de altitud, cerca de la frontera con Chile.
En motos largaron el francés Cyril Despres, quien subió al podio en cinco oportunidades, y luego partían los autos encabezados por Stephane Peterhansel o «Monsieur Dakar», como se conoce a este también francés 11 veces campeón de esta competencia, la última de ellas en 2013. Peterhansel (Mini) ganó cinco títulos a bordo de autos y seis con motos.
«Este año tenemos el equipo más importante en tamaño de cuantos han participado en la historia del Dakar, con 12 coches y 150 personas en la asistencia», dijo Peterhansel antes de la largada, al sitio oficial del rally.
También partían en autos los españoles Nani Roma (Mini) y Carlos Sainz (Buggy), además del qatarí Al-Attayah Nasser (Mini) y el estadounidense Roby Gordon (Hummer).
Entre los camiones, el atractivo se concentraba en los favoritos, el ruso Eduard Nikolaev (Kamaz) y el holandés Gerard de Rooy (Iveco).
El rally, que comenzó a disputarse en 1979 por caminos de Europa y África, se trasladó a Sudamérica en 2009 por cuestiones de seguridad, tras actos terroristas que incluyeron la muerte de cuatro turistas franceses en Mauritania.