Los adeptos a la marihuana esperan que el resto de Estados Unidos siga el ejemplo de Colorado, primer estado norteamericano en permitir el uso recreativo de esta droga, aunque los opositores a la medida aseguran que seguirán luchando para impedirlo.
Al comenzar el año, se abrieron los primeros «coffee shops» en Colorado, donde -tras una ley aprobada en noviembre- los consumidores pueden comprar legalmente, siempre que tengan al menos 21 años, hasta 28 gramos de cannabis en cada visita.
El estado de Washington, en la costa del Pacífico, se sumará a Colorado en seis meses, a pesar de que, según la ley federal, la marihuana sigue siendo ilegal y considerada tan adictiva como la heroína, el éxtasis y el LSD.
En el futuro inmediato, el foco principal estará puesto probablemente en la venta regulada de cannabis para uso medicinal, que ya es legal en 20 estados, dijo John Hudak de la Brookings Institution, un centro de reflexión independiente con sede en Washington.
«Más allá de eso, creo que la mayoría de los estados va a esperar a ver cómo marcha el experimento en Colorado y Washington antes de tomar ninguna medida» en relación a la marihuana recreativa, dijo Hudak a la AFP.
En Alaska, los activistas están «muy esperanzados» de poder someter la legalización de esta droga a votación en un referéndum en agosto, dijo Mason Tvert, director de comunicaciones del Marijuana Policy Project, un grupo de presión pro-marihuana en Washington.
Iniciativas similares, aunque no tan avanzadas, están en estudio en Arizona, California, Maine, Massachusetts, Montana, Nevada y Oregón, agregó.
En una táctica diferente, activistas de Delaware, Hawai, Maryland, New Hampshire, Rhode Island y Vermont presionan para que los congresos estatales sigan el ejemplo de Colorado y Washington y permitan la venta al por menor de cannabis.
Mucho más que «un porro una vez al mes»
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«El apoyo para poner fin a la prohibición de marihuana está en un máximo histórico en todo el país y esperamos que siga creciendo», aseguró Tvert.
En octubre, por primera vez en una encuesta de Gallup, la mayoría de los estadounidenses (58%) dijo estar a favor de la legalización de la marihuana.
Otro estudio, del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés), del gobierno federal, encontró que el 39,5% de los estudiantes de secundaria de Estados Unidos considera la marihuana como perjudicial, por debajo del 44,1% de hace un año.
En respuesta a la cambiante opinión pública, el gobierno de Barack Obama instruyó en agosto a los fiscales federales que dejen de atacar a los consumidores de marihuana en los estados donde se aprobó la legalización.
En vez de eso, se les pidió centrar sus esfuerzos en las bandas criminales y la venta a menores de edad.
Pero si bien la tendencia parece ser hacia una mayor legalización, los opositores a esta medida dicen que los riesgos de la marihuana siguen siendo genuinos.
«Definitivamente, no creo que sea una pelea perdida trabajar en contra de la legalización», dijo a la AFP Kevin Sabet, exasesor de la política antidrogas de la Casa Blanca y director ejecutivo de Smart Approaches to Marijuana, una iniciativa lanzada hace un año por el excongresista Patrick Kennedy, un descendiente de la dinastía política Kennedy con una historia de adicción a las drogas y el alcohol.
Según Sabet, la legalización del cannabis impulsará el surgimiento de una gran industria de la marihuana, similar a la de las grandes corporaciones tabacaleras que por años resistieron la regulación de los cigarrillos, causantes de cáncer.
De hecho, las acciones de las compañías que cotizan en bolsa y están vinculadas de alguna manera a la industria de la marihuana alcanzaron máximos históricos el jueves, cuando los inversores se interesaron en lo que podría llegar a ser un negocio de 10.000 millones de dólares anuales en 2018, según algunas estimaciones.
«Este movimiento (hacia la legalización) no se trata de hippies que quieren fumar un porro una vez al mes», dijo Sabet.
«Se trata del advenimiento de una industria muy importante que comenzará con la marihuana y pasará a otras drogas, y realmente creo que la gente pronto va a abrir los ojos y verlo».
La policía también ha expresado su preocupación. La Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP, por sus siglas en inglés) ya alertó sobre el potencial aumento de accidentes de tráfico mortales por la conducción bajo los efectos de la droga.
La iniciativa estadounidense llega luego de que Uruguay se convirtiera, a principios de diciembre, en el primer país del mundo en legalizar la producción y venta de marihuana con el objetivo de enfrentar el narcotráfico.