El 2013 fue un año complejo para la mayoría de la población venezolana, en general y signado de trabas para los medios de comunicación independientes que mantuvimos una línea crítica, declara Carlos Eduardo Carmona, presidente de la C. A. EL IMPULSO, al hacer un balance sobre los doce meses que apenas culminan.
“Sería muy aventurero hacer un balance de todo lo ocurrido en el país. Pero, realmente, hubo que sortear muchísimas dificultades porque no fueron claras las políticas económicas”.
-¿Cuáles son las perspectivas?
No pretendo, advierte Carlos Eduardo Carmona, ocupar un espacio que no me es propio. Los economistas vaticinan que el 2014 será mucho más complejo que el año que acaba de finalizar. Naturalmente, habrá que ser muy creativos para enfrentar los obstáculos.
-¿Cómo califica la política del Gobierno hacia los medios?
-Yo no quiero pensar que exista un plan macabro pero, evidentemente, lo hay contra los que no estamos alineados con alguna ideología específica. Los oficialistas nos ven como un estorbo porque somos una piedra en el camino. Ellos creen tener la verdad absoluta y una sola forma de ver el horizonte.
-¿Cuál ha sido la situación para EL IMPULSO?
-Peor que para otros medios, porque ni siquiera nos aprobaron las autorizaciones solicitadas. Las trabas han sido demasiado agotadoras y vejatorias. En días pasados tuvimos que publicar un editorial, para ofrecerle disculpas a nuestros anunciantes y lectores porque al negarnos la posibilidad de tener papel glasé para la revista Gala, debimos imprimirla con papel periódico. Aquel tipo de papel le da mucha prestancia y mayor nitidez a la publicación.Tengo un año sin haber podido hacer ningún tipo de importación para el diario con dólares de Cadivi.
-¿No hubo respuesta a sus reclamos?
-Si hubiera tenido una sola llamada de algún ente gubernamental para preguntarme qué estaba pasando, honestamente lo habría pensado y dicho que hubo preocupación. Lo que sí ha pasado es que han venido a investigarnos Indepabis y sobre nosotros tienen abiertos los ojos todos los organismos oficiales. Sin embargo, ha habido un silencio .
-El diputado Julio Chávez declaró que Cadivi había entregado los dólares solicitados…
-Ese diputado dijo que nos otorgaron 1.800.000 dólares en el 2013. Yo pregunto: ¿A quién se los dieron? A mí nada me han entregado. El parlamentario incurrió en una falla muy grave, como fue el de hacer referencia a una certificación de “no producción nacional” de los insumos que se necesitan y no se producen en el país, los cuales tienen un monto similar. Es decir, el Gobierno reconoció que esos insumos correspondientes a esa cantidad (en dólares) no se producen aquí, pero él “confundió” admitir el monto con aprobarlo. Esa certificación es uno de los pasos que se deben cumplir para obtener los dólares a través de Cadivi. Cuando se dice que recibimos esas divisas yo digo que es un grave error o se actuó de mala fe con el único fin de manipular a la opinión pública.
-¿Esa actuación del oficialismo tendría como finalidad la autocensura?
-En estos días leí una entrevista que le hicieron a un famoso cantante venezolano, quien comentó que en esta época lo imperativo era hacerse el loco para poder sobrevivir. El miedo es libre. Lo que nos enseñaron nuestros predecesores en EL IMPULSO es llevar con hidalguía la actividad periodística.
Las informaciones que se produzcan se publican aunque no le gusten a un sector y éste se moleste, enfurezca y nos considere que estamos haciendo oposición. Nuestro objetivo es reflejar la realidad de la ciudad, la región y el país. Nuestros editoriales desnudan la realidad y así lo hemos hecho frente a los últimos seis gobiernos nacionales anteriores al presente.
Hemos criticado lo que es errado y aplaudido lo que ha sido acertado.
-¿Estaría en venta EL IMPULSO?
-No hemos tenido oferta alguna y tampoco está en venta.
Yo digo: todos los días está a la venta en los quioscos y en manos de los pregoneros, con el firme propósito de ser un medio al servicio de la ciudadanía.
Acercarnos a las comunidades
En el año que apenas comienza, una de las actividades que mayor importancia tiene para nosotros es acercarnos a las comunidades, expresa el arquitecto Juan Manuel Carmona, director del diario EL IMPULSO.
En este sentido, indica, todos nuestros lectores han visto el empeño que hemos puesto por sumarnos a la lucha que tienen los vecinos por obtener respuestas a sus problemas. Desde hace dos años hemos mantenido la sección La columna de Cheo como el puente del lector con los organismos oficiales.
Y más recientemente hemos abierto nuestros espacios a quienes sientan interés en dar a conocer lo que ven inmediatamente a través de Yo lo cubro, que ha tenido gran aceptación al igual que ha ocurrido con nuestra página digital. La responsabilidad social nos lleva a involucrarnos mucho más con las comunidades, porque consideramos que la ciudad tiene sus dolientes.
-¿Cuál es la respuesta de parte de las comunidades?
-Los propios denunciantes se comunican con nosotros para darnos a conocer que sus planteamientos han tenido respuestas. Y dentro de la gama de organismos oficiales, la gente de Hidrolara nos ha enviado comunicaciones para darnos a conocer lo que han venido haciendo en relación con las denuncias aparecidas en La columna de Cheo.
-¿Cómo será la posición de EL IMPULSO con la nueva administración de la alcaldía que está encabezada por Alfredo Ramos?
-Nuestra postura es ser críticos cuando se hace mal y reconocer los esfuerzos por construir una mejor ciudad y región, con independencia de la postura política.
El nuevo alcalde ha manifestado su disposición de trabajar de la mano con la Gobernación de Lara, meterle el pecho a las dificultades que ha encontrado y atender sugerencias.
Hace varios años, como parte del ejercicio académico en la Universidad Central de Venezuela, expresamos (y lo seguimos haciendo en cualquier escenario posible) nuestra preocupación por la ciudad. E igualmente profesionales de la UCLA también han hecho un seguimiento a los problemas de Barquisimeto y Cabudare.
Ahora esperamos que todas estas voluntades sean tomadas en cuenta y que Ramos cumpla con lo que ha prometido. Haremos las críticas cuando éstas sean necesarias, porque precisamente nuestra función es trabajar por el bienestar de la ciudadanía.
-Ahora cuando EL IMPULSO ya ha llegado a los 110 años, ¿cuáles son las ideas básicas para lograr una ciudad de progreso?
-Barquisimeto fue una de las primeras ciudades que tuvo un Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL). Si bien es una idea muy bonita e interesante, ha resultado una estafa.
-¿Por qué?
-Cuando se presenta un plan se supone que debe cumplirse por etapas y este proceso no se ha cumplido.
En este momento, cuando se ha materializado el proceso de modificación del PDUL, resulta urgente generar vía decreto u ordenanza, lineamientos para garantizar el cumplimiento de los grandes objetivos del proyecto con independencia de la autoridad local que esté al frente.
Es la única manera de garantizar la continuidad de una gestión urbana.
Pero por otra parte, además de la gestión de ciudad es prioritario garantizarle al ciudadano educación, salud y trabajo. Sin embargo, no hay educación, salud ni trabajo, sino muchos huecos. Es por eso que nuestra labor tiene que enfocarse hacia el logro de esos objetivos, en los cuales deben trabajar quienes nos gobiernan.
-¿Cómo siente este nuevo aniversario de EL IMPULSO?
-Naturalmente, el hecho de que un diario de provincia haya llegado a 110 años ininterrumpidos es un extraordinario logro, no obstante las dificultades por las cuales hemos venido atravesando. Como directivos, hemos asumido la enorme responsabilidad y herencia que nos han dejado nuestros predecesores, quienes entendieron EL IMPULSO como la gran empresa editorial que somos un siglo y diez años después.