Caminito que un día
El Dr. Juan Carmona, aunque la UPI lo creyó mirandino de Los Teques (junio 20, 1967) y editor de un periódico llamado “El Imparcial” (julio 6, 1967), nació en Carora el 22 de abril de 1900, hijo de don Federico Carmona, el fundador de EL IMPULSO en 1904. Abogado y autor de numerosas obras de carácter jurídico.
En 1968 publicó una obra, Ideas y Sentimientos, en la cual se encuentran informaciones relacionadas con el quehacer barquisimetano.
1. El Dr. Carmona fue nombrado, en sustitución del Dr. Amenodoro Rangel Lamus, director del Colegio Federal de Barquisimeto (1924–1929), ahora Liceo Lisandro Alvarado, en cuya función postuló al padre Salvador Montesdeoca, como profesor de dicho instituto. Dice Carmona que “… se logró en esa época inscribir y estimular a las primeras muchachas barquisimetanas que, siguiendo el ejemplo iniciado [a finales del siglo XIX] en la misma ciudad, volvían a transitar las aulas del bachillerato”.
El padre Montesdeoca, como ya no es tan conocido, expulsado por Juan Vicente Gómez, murió ejecutado por los nazis en Montemagno, Italia, en 1944.
2. Carmona intervino, luego de la muerte de J.V. Gómez, en 903 demandas judiciales ante la Junta de Reclamaciones contra los bienes del dictador: a) la de los hijos de Rafael Arévalo González; b) la del padre de Monseñor Montesdeoca; y c) la de los herederos del poeta revolucionario José Pío Tamayo.
3. El 14 de julio de 1899 un terremoto destruyó el templo de la Paz, noticia registrada por Carmona en un discurso pronunciado con motivo de una cena hecha para recoger fondos destinados a concluir las obras de dicha edificación, iniciadas años antes por el Pbro. Dr. Francisco Miguel Arráiz.
4. En septiembre de 1917 presentó Carmona examen de Derecho Constitucional ante un jurado presidido por el Dr. José Gil Fortoul y obteniendo la mejor calificación del grupo formado por Alberto Adriani, Juan Bautista Clavo, Agustín Aveledo Urbaneja y el barquisimetano Casimiro Jiménez Veracoechea.
5. Palabras de Gil Fortoul en la inauguración de la cátedra de Derecho Constitucional, citadas por Carmona, que pueden servir, todavía ahora, como modelo pedagógico:
“¿Cómo quisiera yo profesar este curso de Derecho Constitucional? Primera norma: con la más amplia libertad. Libre el criterio del Profesor, libre el entendimiento del estudiante. Libre el criterio del Profesor, ¿en qué sentido? No le impone el Estado sino la obligación de enseñar tales y cuales materias, en un tiempo determinado. En método, en ideas, en opiniones, el Profesor queda independiente. A la vez, independiente queda también el criterio del estudiante. No escojo ni recomiendo obra de texto ninguno; porque si mi propósito hubiera sido o fuera venir a repetir en esta Escuela las lecciones de los demás, no fuera yo consecuente con mi propio concepto del Profesorado.”
6. Acerca de Gil Fortoul, Carmona proporciona una información que a muchos asombrará: frecuentemente no asistía a dar clases por estar detenido por peleas que sostenía en el Club Venezuela, vecino del instituto y ambos cerca de Santa Capilla, en Caracas: “… antes de cumplir su arresto, se detenía en la puerta de la Escuela, y sin abandonar su eterna pipa, nos decía: Perdonen que hoy no haya clase, pero voy rodando por la pendiente Norte a Sur, que así llamaba el trayecto entre el Club y la Policía.”
7. Otra hermosa y auténtica frase de Gil Fortoul, citada por Carmona: “Las ideas buenas –foro, estrella, antorcha, bandera- no se apagan ni mueren en eclipses, en noches, en aplazamientos. Para ellos llega siempre la sonrisa del alba y el resplandor del sol.”
8. Dice Carmona que el General David Gimón, presidente gomecista del Estado Lara, fue una persona muy cordial y educado. En una oportunidad, hacía una visita a Carora acompañado únicamente de Agustín Alvarado para quien el dueño del hotel Ignacio Álvarez “agotó todas sus atenciones para el señor Alvarado, creyéndolo el Presidente, pues con su arrogancia natural y mejor vestido, parecía el principal de la jornada; y cuando le ofreció la más lujosa habitación de su posada, Alvarado le preguntó asombrado, a dónde iba a colocar al General Gimón quién había seguido callado y cabizbajo, todos los halagos del ‘Cojo inolvidable’.”
9. Fatal coincidencia que así como el Dr. Juan Carmona en junio de 1953 sufrió múltiples heridas “en un violento choque de vehículos”, en enero de 2006 su hijo Juan Manuel, en otro accidente de tránsito, más grave que el de su padre, lamentablemente falleció.
Un buen 2014 para todos…