¿Izquierda, derecha o Nike?

Un problema trágico es confundir ideologización con adoctrinamiento.
El proceso ideológico es profundo, dialéctico, permite la comparación, el entendimiento, la profundidad cognitiva, mientras que el adoctrinamiento es macabro, perverso, solamente enseña o comunica selectivamente y por interés elementos que permite a la casta política imperante afianzarse en el poder.
En Venezuela ocurre algo realmente maligno, el descuido de la educación en todos sus niveles desde su infraestructura física, equipos, materiales, hasta honorarios del recurso humano involucrado.
Los responsables de la educación en Venezuela se preocupan por adoctrinar antes que educar y eso es algo que ya esta pasando factura, se evidencia en los alarmantes niveles de violencia, de inseguridad, de fanatismo político, de embarazo precoz, corrupción, entre otras tantas patologías sociales. Las sociedades de Europa nórdica entendieron hace mucho que la educación es la principal herramienta para consolidar al Estado, tanto que la existencia de partidos políticos depende principalmente de la oferta electoral y los perfiles cualitativos de los aspirantes a gobernantes antes que la corriente política a la que digan pertenecer, algo realmente destacable, en cuanto la función pública se convirtió en justamente eso, función pública, sea cual sea el cargo ocupado los gobernantes saben deben cumplir con las expectativas planteadas porque tras ellos hay un pueblo preparado, lo que los hace exigentes, con instituciones públicas que les pasarán factura sí incumplen con sus labores. En Venezuela el asunto es exactamente lo contrario, descuidamos la educación permitiendo el adoctrinamiento hacer metástasis, hacemos del adoctrinamiento catequesis incuestionables que embalsama “líderes políticos” y esperamos mágicamente gestiones públicas exitosas, vale la pena decir, con un pueblo cada vez menos educado con instituciones públicas que no se diferencian de sedes partidistas ¿qué podemos esperar? Ojala que el 2014 permita a los venezolanos, en primer lugar, darse cuenta que los gobernantes son empleados a los cuales hay que controlar y exigir, que no se les deben aceptar excusas. En segundo lugar, comprender que Venezuela solo espera por educación y trabajo, dualidad que nos hará productivos, soberanos, dignos.
Hoy en día en Venezuela las ideologías son exactamente igual a una marca, marcas que usan los políticos a conveniencia. En el 2014 hagamos de los gobernantes empleados eficientes, no jefes, ni comandantes, eso nos está marginalizando.
@leandrotango